Los compañeros del celador de Olot dicen que era «cariñoso» con los ancianos
BARCELONA. Actualizado: GuardarUn empleado excelente, buena persona y muy cariñoso con los internos. Así veían sus compañeros de trabajo a Joan Vila, el celador de Olot que confesó el asesinato de once ancianos entre 2009 y 2010. El juez que instruye el caso inició ayer la ronda de testigos previa al juicio, en la que más de sesenta personas, entre ellos trabajadores y familiares de víctimas, darán su versión sobre un suceso que ha conmocionado para siempre a la pequeña localidad gerundense.
La convocatoria de testigos, que concluirá el próximo 27 de mayo, arrancó con el relato de varias compañeras de Vila, que se deshicieron en elogios hacia el presunto asesino en serie. «Lo que se está diciendo confirma que era un trabajador excelente, buena persona, que era literalmente, según una de las compañeras, muy agradable y les trataba con mucho cariño a todos», declaró el abogado defensor. Nadie se esperaba lo que pasó y los compañeros fueron los primeros extrañados cuando conocieron los hechos. «Nos sorprendió mucho lo ocurrido», dijeron los empleados que comparecieron ante el juez, según explicó el letrado. Aseguraron también que el estado de las víctimas estaba «muy deteriorado» en el momento que se produjeron las muertes.
Joan Vila, que declarará el 24 de mayo, mantendrá su versión, que no es otra que reconocer la autoría de 11 asesinatos, aunque él no los veía como tal, pues creía que estaba haciendo algo bueno.