Economia

La UE no acaba de creer en España

El Gobierno reta a Bruselas a ver quién acierta en los pronósticos y reafirma que la actividad mejorará un 1,3% La Comisión augura que será incapaz de reducir el déficit al 6% por el paro y el débil crecimiento

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La Comisión Europea no se acaba de creer que España pueda cumplir su objetivo de reducir el déficit al 6% a final de año. El Gobierno comunitario, que ayer presentó sus nuevas previsiones económicas para este ejercicio y el siguiente, considera que la desorbitante tasa de paro y el débil crecimiento impedirán al Ejecutivo español recortar el desequilibrio fiscal por debajo del 6,3%. El comisario de Economía, Olli Rehn, eludió recomendar nuevos ajustes, pero recordó que la contención del gasto es la «piedra angular» que ha diferenciado a España de Grecia, Irlanda y Portugal.

El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se apresuró a remarcar que cumplirán con el objetivo de déficit fijado porque es un «compromiso ineludible». El número dos del Ejecutivo achacó las dudas de la Comisión a las notables diferencias entre las previsiones de crecimiento de ambos gabinetes. Bruselas apuntó ayer que el PIB español aumentará este año un 0,8% frente al 1,3% pronosticado por el Ministerio de Economía. El dato de crecimiento es esencial para calcular el nivel de déficit porque a mayor actividad mayores ingresos para la Administración a través de los impuestos.

Rubalcaba retó a la Comisión a ver quién tiene más puntería con la evolución del PIB. El vicepresidente recordó a Bruselas que en los últimos ejercicios el Gobierno ha estado bastante fino con este dato -«el año pasado acertamos todas las previsiones», dijo- y puso como ejemplo la cifra referente al primer trimestre conocida ayer. La economía española se expandió un 0,3%, un porcentaje que a juicio de Rubalcaba demuestra que el Ejecutivo va «por buen camino» en su pronóstico para 2011. En cualquier caso, negó que tengan «ni en la mente ni en la mesa» nuevos ajustes.

El comisario de Economía evitó cualquier tipo de controversia, pero admitió que son «menos optimistas» que el Gobierno. En términos generales, el Ejecutivo comunitario cree que la losa del paro marcará el desarrollo de la economía española. Según sus previsiones, la tasa de desempleo se situará al final de año en el 20,6% y en 2012 apenas se recortará unas décimas. La media de la Eurozona es justo la mitad, aunque tampoco se espera un gran avance en este campo de cara al año que viene. El perfil de la economía española se completa con una demanda interna que sigue sin despegar y una inversión privada todavía insuficiente para marcar un punto de inflexión. Una de las pocas alegrías llega de la mano de las exportaciones, aunque en este capítulo la Comisión también es menos efusiva que el Gobierno. Pronostica una subida del 7% -frente al 8% del Ejecutivo- y señala que el turismo y la caída de los costes laborales por segundo año contribuirán a impulsar el crecimiento. Con este panorama, Bruselas concluye que el objetivo de déficit no solo no se cumplirá este ejercicio, sino que en 2012 la diferencia todavía será mayor.

Desequilibrio

El año que viene el Gobierno augura una reducción del desequilibrio fiscal que alcanzará el 4,4% frente al 5,3% de la Comisión. En estos cálculos vuelve a ser clave el desfase entre ambas instituciones en la expansión del PIB. Bruselas limita el crecimiento en 2012 al 1,5% mientras que el Ejecutivo habla de un 2,3%. Rehn no quiso dramatizar sobre estas diferencias e incluso anticipó que «la verdad» estará entre las dos previsiones.

El comisario finlandés, sin embargo, remarcó la importancia del dato del déficit, una cifra de la que no quitan ojo los mercados de deuda. «España se ha comprometido a un objetivo de reducción fiscal y debe alcanzarlo. Es una piedra angular de la estrategia económica española que ha funcionado y le ha ayudado a desacoplarse de los tres países con programas de ayuda», resumió Rehn. La Bolsa se hizo eco de las dudas expresadas por Bruselas y cerró su sesión de ayer con un descenso del 1,25%. El Ibex 35 se ha dejado esta semana un 2%, en gran medida por el aviso de que Grecia podría necesitar un segundo plan de rescate.

La disputa sobre la evolución del déficit español coincidió ayer con la difusión del dato del PIB del primer trimestre en toda Europa. Aunque España sorprendió gratamente a los mercados con su moderado ascenso del 0,3%, cualquier cifra de crecimiento palidece junto a las de Alemania. La economía germana desbordó todas las previsiones y alcanzó un espectacular 1,5%. Algunos analistas sostenían que el país puede estar viviendo un segundo el milagro económico.