Casey Stoner voló sobre el circuito francés. :: AFP
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La batalla virtual

Las Hondas de Stoner y Pedrosa volaron sobre el trazado de Le Mans en una sesión marcada por el pique entre los pilotos de cabeza La polémica por la agresividad de Simoncelli se diluye en la Comisión de Seguridad

LE MANS. Actualizado: Guardar
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Al final hubo muy pocas nueces para el ruido que había levantado la cuestión previamente. La polémica arrancó hace más de un mes en Jerez, donde Jorge Lorenzo acusó públicamente a Marco Simoncelli de pilotar de un modo demasiado agresivo, sobre todo en los adelantamientos. Siguió en Estoril con la discusión entre ambos pilotos ante los micrófonos de la sala de prensa. Ganó decibelios con las aportaciones de Casey Stoner, Dani Pedrosa (secundando las tesis de Lorenzo) y Valentino Rossi (defendiendo a su amigo Simoncelli), y culminó ayer en Le Mans en la Comisión de Seguridad. Más multitudinaria de lo habitual, pero infructuosa en cuanto a conclusiones.

Estaba más de la mitad de la parrilla de MotoGP: Jorge Lorenzo, Marco Simoncelli, Valentino Rossi, Casey Stoner, Toni Elías, Héctor Barberá, Loris Capirossi y Andrea Dovizioso. Tres fueron los que llevaron la voz cantante: Lorenzo y Stoner exponiendo a Simoncelli las razones de sus críticas, y éste defendiéndose. El italiano fue el único que habló públicamente al terminar: «Nada, les he pedido ejemplos de maniobras peligrosas que he hecho desde que estoy en MotoGP, y no hay ninguno. No les gusta cómo adelanto porque entro en el último momento, pero no puedo hacer nada: no logro adelantarles en recta, así que lo hago en las curvas».

Además de los pilotos, también estaban el presidente de Dorna, Carmelo Ezpeleta, el representante de seguridad de la Federación Internacional Franco Uncini, y Paul Buttler y Javier Alonso, miembros de la dirección de carrera. «Solo han dicho que si pasa algo decidirán, como han hecho siempre», explicó Simoncelli, que se siente perseguido: «Parecía un proceso contra mí».

Jorge Lorenzo había pedido con anterioridad el apoyo de Stoner y Pedrosa en su campaña contra los adelantamientos al límite del italiano, pero, mientras el australiano fue su principal aliado en la reunión, el catalán decidió no acudir, aunque en su rueda de prensa mostró su apoyo al campeón: «Es importante marcar unos límites. No se trata de no adelantar, sino de hacerlo con respeto y seguridad».

Tampoco fue protagonista esta vez Valentino Rossi, quien suele llevar la voz cantante en la Comisión de Seguridad. Estuvo en la reunión pero no habló, y se marchó antes de hora alegando otros compromisos. 'Il Dottore' había dejado clara su postura un par de horas antes, en su comparecencia ante los medios: «Por desgracia, la batalla está más en la conferencia de prensa y en las entrevistas que en la pista, porque estas cosan ya no pasan. En las carreras de ahora hay menos adelantamientos que antes, y si hablaras con pilotos como Barros, Capirossi, Biaggi o hasta Gibernau te dirían lo mismo que yo. ¿Qué ha pasado? No ha pasado nada».

Stoner toma la delantera

En la pista, quien alzó la voz fue Casey Stoner, dominador absoluto de la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Francia en la categoría reina. El australiano, a quien se le atragantaba Le Mans con la Ducati, vuela ahora a lomos de la Hondas, y encabezó la tabla de tiempos con un amplio margen de cuatro décimas sobre Simoncelli.

Pedrosa, tercero, confirmó el dominio de las Honda en un circuito donde las Yamaha dominaban a placer hasta este curso. Jorge Lorenzo, quinto, se mostró contrariado: «Es desagradable verse tan lejos. Tenemos que mejorar mucho la moto». El mallorquín calcó sus tiempos del año pasado, ahora insuficientes ante el poderío de las motos del ala dorada esta temporada. Peor le fue a Rossi, noveno, que llegó a compararse «con una anciana cuando regresa de hacer la compra» para explicar sus problemas en la entrada de los virajes.