Los grupos formados exclusivamente por mujeres no escatimaron en detalles y llevaban palillos y tambores para animar el González Hontoria. :: J. C. CORCHADO
Jerez

Las mujeres regalan el primer lleno

Ellas coparon el Real de la Feria con un colorido y un arte que, como cada año, no defraudóEl recinto ferial estuvo repleto de grupos femeninos en una jornada que empezó lluviosa para dar paso a un sofocante calor

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las alpargatas le han hecho rozaduras del día anterior; el traje de gitana le queda estrecho de un año para otro y justo cuando ha puesto un pie en la Feria ha comenzado a llover. Sin embargo, hoy nada importa; hoy es el día de las mujeres, el reencuentro con las amigas, el día en el que se deja de lado a los maridos y en el que ni tan siquiera se mira el reloj. En este miércoles las fatiguitas del resto del año se olvidan entre platos de jamón y jarras de rebujito, que un día es un día.

Muchas de ellas han roto la hucha para disfrutar como Dios manda y lo primero que meten en la faltriquera del vestido es la tarjeta, junto con el kit de la perfecta ferianta: tiritas, klínex, abanico, imperdibles y orquillas. Ya en el Real y justo a la hora de comer, la lluvia ha decidido ser condescendiente con ellas y da paso a un sol de justicia que, en un primer momento se agradece, aunque luego resulta ser excesivo. Pero tampoco importa, porque así el finito entra mejor.

Como ya es una tradición, algunos grupos de féminas llevan consigo tambores con los que se arrancan por sevillanas en medio del recinto ferial, aunque todo hay que decirlo, otros años han hecho más ruido. El caso es que no se cortan y entre palmas y cante no paran de llegar señoras y más señoras, algunas de ellas procedentes de la zona rural, de diversos puntos de la provincia e incluso de fuera de ella; la fama de este miércoles, no entiende de fronteras.

Ya en las casetas, hay quien ha optado por reservar mesa y otras han preferido improvisar, con el riesgo de no encontrar sitio en una jornada llena casi hasta la bandera. Es un día grande; los caballos se han multiplicado, como los trajes de flamenca, y mientras la música de nuestra tierra resuena sin descanso en la mayoría de las casetas, llegando a la calle del Infierno las cosas cambian y las ordenanzas parecen saltarse a la torera.

«Me compensa pagar una multa si a cambio tengo todo el día la caseta llena de gente consumiendo macetas y copas largas», parecen pensar los responsables de algunas como la de Cuba, que a las cinco de la tarde alterna sevillanas con rumbitas y pachangueo. Eso sí, hasta la bola de gente joven. Muchos ya se han hecho un itinerario de las que ofrecen los precios más baratos, y empiezan en casetas como la del Mayor, la de CC OO o la de Bomberos (La Calentita), donde se pueden adquirir cubatas por 3,50 ó 4 euros para después hacerse la tournée por la zona de movida.

Mientras todos estamos pendientes de las mujeres, de sus actuaciones espontáneas y del colorido y la alegría que aportan al Real, los políticos apuran al máximo la campaña y continúa la ronda de comidas con periodistas y militantes. Ayer le tocó el turno a Izquierda Unida y UPyD; ambas formaciones ofrecieron un suculento almuerzo del que debería tomar nota alguno de los partidos mayoritarios.

Reparten pegatinas, abanicos e incluso flores, en un tono relajado que dista mucho del agobio electoral que se respira en otras ocasiones. La Feria sigue siendo punto de encuentro de políticos provinciales y andaluces, como la delegada provincial de Educación, Blanca Alcántara; el antiguo delegado del Gobierno en Cádiz, Gabriel Almagro; el nuevo consejero de Gobernación, Francisco Menacho o el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo.

Robos y asistencias sanitarias

Pero no todo va a ser diversión y espectáculo en el González Hontoria. No se pueden pasar por alto las numerosas quejas de ciudadanos que aseguran haber sido víctimas de robo durante estos días. Una serie de jovencitas, sin ir más lejos, relatan cómo el lunes se encontraban en la Feria a media tarde y, sin apenas darse cuenta, alguien metió la mano en sus bolsos y se agenció de móviles y dinero, entre otras pertenencias.

«Cuando nos enteramos de lo que había pasado ya era tarde, pero desde luego nos fastidiaron el día», se lamentan, al tiempo que una señora advierte de que «este año hay muy poca seguridad aquí». No será por falta de presencia policial, pues los antidisturbios y la Policía Local continúan con su amplío despliegue por todo el recinto ferial. Los sanitarios, por su parte, tampoco están de brazos cruzados y ayer varias ambulancias tuvieron que asistir a feriantes con lipotimias y con alguna que otra copita de más.