El presidente del Gobierno responde a la oposición durante la sesión de control en el Congreso. :: J. MEDINA / REUTERS
ESPAÑA

Zapatero avisa a Bildu de que vigilará todos sus actos en las instituciones

El presidente asegura que el fallo del Constitucional no rebaja la «firmeza» con la que el Gobierno trata de «acorralar» a ETA

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero hizo ayer su primera valoración sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que hace una semana autorizó a Bildu a presentarse a las elecciones del 22 de mayo. El presidente no desveló si le gusta o no el fallo y se limitó a mostrar su «respeto». Pero la reflexión le dio pie a lanzar tres mensajes. Uno para el PP, que la discrepancia es libre, pero que nadie debe «deslegitimar» al máximo intérprete de la Constitución. Otro a ETA, que la «firmeza» de la política para acabar con el terrorismo se mantiene intacta pese a la sentencia. Y un tercero, quizás el de mayor calado, para Bildu, a la que avisó de que aunque sus papeletas entren en las urnas el Gobierno vigilará cada uno de sus movimientos en las instituciones e impedirá que nadie las utilice en favor de los intereses de la banda.

El jefe del Ejecutivo fue explícito tras escuchar cómo su interlocutor en el Congreso, el diputado de UPN Carlos Salvador, después de calificar de «oprobio» el fallo del Constitucional, le preguntó: «¿Quién impedirá ahora que los censos no acaben en manos de ETA? ¿Quién nos garantiza que ETA no volverá a comprar armas con nuestro propio dinero?». «Con Bildu o sin Bildu, el Gobierno no consentirá que nadie aproveche las instituciones a favor de la violencia», contestó Zapatero.

La idea, ya insinuada el viernes por Alfredo Pérez Rubalcaba, fue también desarrollada por Ramón Jáuregui, el ministro de Presidencia. El Constitucional, en contra del criterio del Supremo, del Gobierno y de la Fiscalía, que sí ven una colaboración de Bildu con el brazo político de ETA, permitió a la coalición presentar listas por falta de pruebas, pero nada más. Es decir, no es el final de los problemas de la formación y de sus posibles candidatos electos, sino solo una primera victoria. Las sospechas que las fuerzas de seguridad del Estado, el Ministerio del Interior y algunos partidos tienen sobre el grado de veracidad de la ruptura de todos los lazos entre la antigua Batasuna y la banda terrorista siguen ahí. Por eso, y gracias a los instrumentos que otorga al Gobierno la última reforma de la ley de partidos, las fuerzas de seguridad vigilarán «con lupa» el funcionamiento y las estructuras de esta alianza independentista, así como cada uno de los actos de los cargos públicos de Bildu en los ayuntamientos, diputaciones o Parlamento de Navarra, y actuarán, para expulsarlos de las instituciones, si comprueban que la fórmula con la que llegaron a las urnas no fue más que un disfraz o un engaño pactado con el entorno de ETA.