Indiferencia en la lucha contra la prostitución

El auge de la prostitución callejera en determinadas zonas del término municipal portuense ha sido uno de los debates ciudadanos más encendidos del mandato de cuatro años que ahora acaba. Tras la insistencia de las protestas vecinales y los testimonios de algunas asociaciones solidarias, el Ayuntamiento se decidió en 2010 a publicar una ordenanza que trata de penalizar también a los clientes para disuadir la demanda de un comercio ilegal que promueve la explotación de miles de mujeres. El nuevo reglamento prevé multas de hasta 3.000 euros para los que practiquen sexo en la vía pública, tanto si son meretrices como si pagan. Sin embargo, esta nueva normativa municipal ha sido acogida con frialdad según el estudio de Ikerfel. El 21,3%, el grupo más numeroso, no la considera ni buena ni mala. Hasta un 38%, además, la considera negativa o muy negativa. La idea solo cuenta con un respaldo firme del 25,3% de los consultados, es decir, uno de cada cuatro vecinos de El Puerto de Santa María. Eso sí, los más jóvenes (de 18 a 24 años) son los que más la apoyan. Hasta un 67,1% de los que tienen esta edad la comparten. Tiene futuro.