La alcaldesa de Grazalema te invita a un café

El alcalde, en los pueblos pequeños, ejerce a tiempo completo. El 'qué hay de lo mío' no entiende de horario de ventanilla. Gestión personalizada. Si el vecino se cruza con el político, aunque sea domingo por la mañana, y tiene algún asunto pendiente, lo aborda y le pregunta. En las puertas de algunos ayuntamientos hay más cola que en la consulta del médico.

María José Lara, alcaldesa de Grazalema y candidata por el PSOE, ha decidido 'regularizar' una práctica habitual desde que accedió al cargo. A través de su página web es posible concertar una cita fuera del rigor administrativo y tomarse un café con ella. Los ciudadanos, que se «sienten más cómodos cuando están fuera del despacho», le preguntan por esto y por aquello. La candidata, si se da la coyuntura, les explica el programa.

«La idea surge a raíz de que algunos vecinos, bien por su trabajo o bien porque estudian fuera, me comentaron que les resultaba complicado verme. Y empecé a quedar con ellos por las tardes, o en fin de semana. Pero la agenda se fue apretando, hay un tiempo para cada cosa, y decidí organizar 'los cafés' y ofrecerles esa posibilidad a todos los que quisieran, aprovechando las nuevas tecnologías».

Una cierta intimidad

«¿Y tiene aceptación?» «Hasta el punto de que empecé a tomarme tres o cuatro cafés diarios, y he tenido que variar de bebida, no vaya a ser que me acabe afectando la salud», bromea. «Por las mañanas toca gestión, y muchas tardes también, pero siempre procuro 'encajar' los encuentros con particulares y colectivos».

«¿Y de qué hablan?» «De todo. La verdad es que muchos buscan en ese trato más personalizado una cierta intimidad para poder contarte problemas que tienen que ver con el Ayuntamiento, o asuntos en los que piensan que, como responsable municipal o como candidata política, puedo ayudarles».

Empleo, vivienda, impuestos, infraestructuras, deportes... «Tengo la sensación de que, en la vorágine del día a día, hay muchos aspectos que no se explican bien a la ciudadanía, muchos malentendidos y confusiones, y que estos solo pueden aclararse cuando se habla con los vecinos cara a cara. Está claro que los alcaldes o candidatos de las grandes ciudades quizá no darían abasto, pero un café y un rato de charla puede que sea la mejor manera de acabar con esa distancia que a veces existe».