Un policía paquistaní investiga entre los restos de una bomba que mató ayer a dos agentes en la ciudad de Nowshera. :: A MAJEED / AFP
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Obama temió una huida a tiros de Pakistán tras matar a Bin Laden

Washington impuso una fuerza mayor y dos helicópteros de apoyo para afrontar una posible reacción de los paquistaníes

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Estados Unidos no solo desconfiaba de que Pakistán supiera guardar un secreto, sino de que si descubría la operación aceptase quedarse al margen mientras las fuerzas de elite se llevaban a Osama bin Laden. Según publicó ayer 'The New York Times', Barack Obama insistió en que el comando de Navy Seal estuviera preparado para salir a tiros del país y contase con el suficiente respaldo.

Fue decisión del presidente aumentar el tamaño de la fuerza hasta los 79 hombres que participaron en la operación, así como tener dispuestos a dos equipos de especialistas: uno para enterrar a Bin Laden si lo mataban y otro para interrogarlo si lo capturaban vivo. Ambos esperaban en el mar Arábigo a bordo del portaaviones 'Carl Vinson', donde se celebraron los fastos funerarios del líder de Al-Qaida.

En el plan original, dos helicópteros de asalto estaban listos del lado afgano para respaldar la operación y el 'Carl Vinson', en alerta a solo 90 minutos, pero diez días antes el presidente presionó al Pentágono para que dos 'Black Hawk' acompañasen a los helicópteros de la operación. «(Los Navy Seal) tenían órdenes de evitar un enfrentamiento mientras les fuera posible pero estaban autorizados a ello», dijo la fuente de la Casa Blanca citada por 'The New York Times'.

Los cuatro helicópteros penetraron en el espacio aéreo paquistaní sin ser detectados al prescindir de las luces en una noche sin luna. A Pakistán le pilló por sorpresa la operación a las 12.40 de la madrugada hora local y 40 minutos después los aparatos abandonaban el territorio antes de que Islamabad hubiera tomado decisión alguna. La precaución de Obama pagó dividendos cuando uno de los helicópteros de asalto tropezó con el muro de la casa y quedó inhabilitado para despegar. La presencia de dos aparatos de apoyo permitió que uno de ellos se llevara a los soldados. La aeronave dañada, un sofisticado prototipo, fue explosionada desde el aire para no facilitar tecnología estadounidense al enemigo.

«Había gente que pensaba que llegado el momento podríamos convencer (al Gobierno paquistaní) para que los helicópteros salieran del país, pero dadas las difíciles relaciones, el presidente no quería dejar nada al azar», dijo la fuente del rotativo neoyorquino. Esas complicadas relaciones quedaron de manifiesto el lunes cuando el primer ministro, Yousaz Rafa Gilani, advirtió en el Parlamento que su Gobierno «se reserva el derecho de tomar represalias con toda su fuerza». Ayer EE UU hizo caso omiso de sus amenazas al lanzar el segundo ataque con aviones espía sin piloto desde el asesinato de Bin Laden en las zonas tribales cercanas a la frontera con Afganistán.

La CIA, al descubierto

Pese a ello, también hay gestos de buena voluntad que podrían facilitar la normalización bilateral. Por un lado, Pakistán habría accedido a que EE UU interrogue a las tres viudas que Bin Laden dejó en la casa de Abbottabad, algo que había negado en días anteriores. Por otro, tanto el director de la CIA, Leon Panetta, como el jefe del Estado mayor, almirante Mike Mullen, han mantenido conversaciones con su contraparte paquistaní, descritas por el Pentágono como «cívicas y sobrias».

Panetta tenía más motivos para la acritud. La seguridad de su hombre en Pakistán ha quedado comprometida después de que los servicios secretos paquistaníes filtraran su identidad a dos medios del país. El propio primer ministro reconoció que menos de 200 personas la conocían, aunque trató de quitarle hierro al decir que «probablemente usa un nombre falso». Es la segunda vez en seis meses que Pakistán pone al descubierto al alto cargo de la CIA. Aunque el anterior tuvo que ser sustituido por las amenazas de muerte que recibió tras conocerse su nombre, Washington ha dicho en privado que el actual seguirá en el cargo.