Alrededor de 13.500 personas viven en los bloques de pisos de este barrio de extramuros. :: MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

Loreto espera su ocasión de adquirir protagonismo

Varios proyectos pendientes pueden cambiar su rumbo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Loreto es de esos barrios con personalidad propia, fuerte, con la que sus vecinos se sienten identificados. Quien vive en «el Loreto» lo proclama. No es que en este barrio haya menos problemas que en otros, pero al menos cuentan con la esperanza de un futuro prometedor. Es una de las zonas clave para el desarrollo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. En el propio barrio o en sus límites se van a levantar equipamientos tan importantes como el nuevo hospital, la facultad de Medicina, el centro cultural de los antiguos depósitos de tabaco, el palacio metropolitano de espectáculos...

Con ese horizonte viven y trabajan a diario los 13.500 habitantes de este barrio densamente poblado que, no obstante, ha perdido población en los últimos años al mismo ritmo que la ha ido perdiendo la ciudad.

Si no fuese por esas esperanzas sería complicado mantener el buen talante en este barrio en el que una de cada cuatro familias tiene a todos sus miembros en el paro. Por ese motivo Loreto está considerado por la administración como «zona de actuación especial».

Sus vecinos recuerdan que hubo épocas mejores. Marcelino León está jubilado, pero durante décadas ha regentado un comercio de alimentación en pleno corazón del barrio. «Esto está muerto», dice, mientras va contando el número de comercios que han tenido que cerrar sus puertas en los últimos años. «La llegada del Mercadona fue la puntilla, pero los negocios llevan tiempo mal porque la gente ya no consume al mismo ritmo. Además, hay muchos pisos vacíos y otros en los que vive gente mayor que no gasta», se lamenta.

Antonio Velázquez coincide con Marcelino en que el barrio está envejeciendo. «Mucha gente joven se ha ido, ya no se ven tantos niños jugando en la plazoleta como antes», comenta.

Todos esperan que los nuevos equipamientos contemplados en el PGOU sirvan para devolver la vida al barrio, y no solo eso, sino que también esperan que sean «una fuente de empleo para los parados de Loreto, tanto los jóvenes como los mayores», como comenta Pepe Aragón.

De cualquier forma, la mayoría de los vecinos están satisfechos con las mejoras que ha experimentado el barrio en los últimos años, con la remodelación de las pistas deportivas y la reforma de la plaza Virgen de Loreto. Este es uno de los aspectos que destaca Pablo Soto. Este estudiante considera que el barrio ha cambiado mucho, «ahora está mejor», dice. Eso sí, destaca otro de los problemas en el que coinciden la mayoría de los vecinos: el aparcamiento. «Hay muchos problemas para dejar el coche dentro de Loreto, haría falta un aparcamiento subterráneo o alguna alternativa parecida», dice. Lo mismo piensa Antonio Velázquez, que se queja de que «encima que hay poco sitio para aparcar, con la reforma de la plaza han colocado las farolas en sitios que quitan más espacio todavía».

Otra de las preocupaciones de los habitantes de Loreto, especialmente de los más mayores, es la seguridad. Teresa Eguren echa en falta que en el barrio, y en especial en la plaza, haya un guardia de forma permanente. «Por la noche da miedo pasar por aquí, hay vandalismo», cuenta Teresa, que se lamenta de que no se conserven las cosas que han tardado tanto en llegar.

Todos estos vecinos esperan que los partidos políticos les presten atención. Están conformes con los proyectos presentados tanto por PP como por PSOE para construir nuevas viviendas en la prolongación de Loreto hacia la Zona Franca, eso sí, siempre que vengan acompañadas de más y mejores equipamientos.