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El presidente Barack Obama no tiene ninguna duda de que la muerte de Osama bin Laden fue perfectamente legal. Y para dejarlo claro arremetió contra los que lo ponen en duda durante su entrevista a la cadena CBS. «Cualquiera que se pregunte si el autor de semejantes crímenes en suelo estadounidense no se merecía acabar como acabó necesita que le examinen la cabeza», declaró el mandatario estadounidense. El inquilino de la Casa Blanca insistió en el éxito que supuso la operación al tiempo que descartó la posibilidad de haber capturado vivo al cabecilla de Al-Qaida. «Se hizo justicia» y Bin Laden se llevó lo que merecía, argumentó el líder demócrata. Sin embargo, reconoció que «todo el proceso me hizo estar muy nervioso, pero lo único que no me hizo perder el sueño fue la posibilidad de tener que eliminar a Bin Laden», sentenció. Obama reconoció que, de no haber dado con el terrorista saudí, «la operación hubiera tenido significativas consecuencias» y cifró la evidencia al momento de aprobarla «en un 55%».

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