Un trabajador recorre las instalaciones del reactor 1. :: REUTERS
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Los operarios de la central de Fukushima regresan al reactor 1

Miden los niveles de radiactividad en el interior de la planta nuclear para intentar restablecer el sistema de refrigeración

TOKIO. Actualizado: Guardar
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Los trabajadores de la central nuclear japonesa de Fukushima regresaron ayer al edificio del reactor 1 con la intención de restablecer el sistema de refrigeración. Los operarios permanecieron alrededor de media en el interior de la instalaciones para medir el nivel de radiactividad después de que el pasado jueves un equipo de expertos accediera a la planta por primera vez desde que se desató la emergencia atómica el 11 de marzo y conectara un ventilador a las turbinas para purificar el aire.

Las puertas se abrieron en torno a las 20 hora local (seis horas menos en España) pero no se constató un incremento de la contaminación en nueve puntos de observación de la planta, según la agencia local Kyodo. En caso de confirmarse que las partículas tóxicas no superan los límites permitidos, los liquidadores iniciarán la construcción de un nuevo sistema eléctrico que permita llevar a todas la unidades de la central a un estado de «parada fría» en un plazo de entre seis y nueve meses. Así lo precisó ayer Tepco, la compañía que gestiona la planta, que precisó que para lograr tal objetivo antes será necesario llenar el reactor con 7.400 toneladas de agua en los próximos veinte días.

Mientras tanto, la misión más inmediata de los trabajadores de la central es revisar dentro del edificio los conductos de agua e instalar un dispositivo que registra el nivel de líquidos en la vasija con combustible nuclear y en la estructura de contención primaria. Pese a los sucesivos esfuerzos, las autoridades de Japón no han podido aún controlar la situación en Fukushima, cuyos reactores se quedaron sin sistema de refrigeración hace ya casi dos meses por el terremoto de 9 grados y el tsunami que provocó el peor desastre nuclear desde el de Chernóbil en 1986.

Cierre de Hamaoka

El miedo a que se produzca un accidente atómico similar ha impulsado al Gobierno de Tokio a solicitar hace cuatro días a la empresa operadora de la central de Hamaoka, Chubu Electric, que paralice las operaciones en la planta. La petición del Ejecutivo fue aceptada ayer por el presidente de la compañía, Akihisa Mizuno, que calificó de «dura» la medida adoptada y matizó, no obstante, que es de carácter «temporal».

Hamaoka, ubicada a 200 kilómetros al suroeste de la capital, es una de las plantas más peligrosas del país nipón porque corre un alto riesgo de sufrir un terremoto superior a los 8 grados en la escala Richter en los próximos treinta años. Para mejorar la seguridad en el edificio de la planta, la Administración ha propuesto construir diques para afrontar un tsunami de grandes dimensiones. El cierre de la central se hará efectivo en los próximos días y va a suponer unos 3,6 millones de kilovatios menos durante el caluroso y húmedo verano en una importante zona industrial que acoge fábricas de compañías como Toyota o Suzuki.