Los gestores de comunicación política se han enfrentado a su primera campaña electoral 2.0.
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El candidato se la juega en Twitter

Éstas son las primeras elecciones en las que las redes sociales influirán en los resultados Los expertos sostienen que una gestión negligente del '2.0' puede salir cara a los políticos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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A mediados de abril, María González Veracruz, responsable de la Secretaría de Innovación y Nuevas Tecnologías del PSOE, anunció que su partido estaba elaborando la primera 'campaña electoral 2.0' de la Historia de España. «Sabemos que en las elecciones de mayo internet tendrá más peso que nunca, y que las redes sociales llegan a esta cita convertidas en verdaderas 'plazas públicas', espacios de debate y acción». A esas alturas, Esperanza Aguirre llevaba ya dos años con un perfil activo en Twitter, había escrito más de mil tweets y contaba con 12.000 seguidores.

Los equipos de márketing y comunicación advirtieron hace meses que los comicios municipales del 22-M serían la gran prueba de fuego para contrastar la influencia real de las redes sociales, evaluar su peso específico y, sobre todo, comprobar sobre el terreno el beneficio o el perjuicio que puede ocasionar una gestión eficaz o negligente de estos nuevos recursos de «interacción con el votante».

En la provincia, muchos de los candidatos «están llegando tarde y, salvo contadas excepciones, están utilizando las redes como simples plataformas unidireccionales, lo que puede volvérseles en contra», dice Luis Alberto Fernández, psicopedagogo y experto en comunicación social. «Una de las cuestiones que parece que no están evaluando en su justa medida es que lo que se cuenta en Facebook o se comenta en Twitter tiene un alcance que supera al de los propios usuarios, no sólo por el efecto del boca a boca, sino por el eco que los medios convencionales se hacen de cualquier 'aportación' o 'resbalón' que consideran noticioso».

Víctor Marí, profesor de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Cádiz, apunta en la misma línea: «El 'boom' de la web 2.0, de los blogs y las redes, comenzó en España hace dos o tres años. Suponen el fin de la 'audiencia pasiva', que sólo escucha los discursos y aplaude, y hay políticos que están sabiendo entenderlo y otros que no. Dentro de la influencia, más limitada de lo que nos creemos, que tiene una campaña electoral en la intención de voto, ésta será la primera vez que jueguen un papel de relevancia».

Agresivo o torpe

No utilizar las redes es un problema, pero utilizarlas mal «puede ser definitivo», argumenta Fernández. «Si un candidato comete un error de bulto, se muestra agresivo o torpe, y el tema coge vuelo, lo mismo acaba tirando por tierra toda su imagen en diez segundos».

En la provincia, hay veteranos del blog (como Antonio Roldán de IU Conil, que abrió el suyo hace años), de las páginas 'wikispace' (Fernando López Gil, del PSOE de San Fernando, puso en marcha una tras el éxito de Obama), pioneros en el uso de Facebook (el jerezano Antonio Sanz), o 'twiteros' bastante activos (Pilar Sánchez, la alcaldesa de Jerez; Teófila Martínez, su homóloga de Cádiz o Martín de la Herrán, de Upyd). También hay un grupo considerable de políticos que ha abierto su cuenta en el 'site' de 'microblogging' de dos meses a esta parte, e incluso en las dos últimas semanas.

Mario Rondán y Jesús Cordero, de Solummedia -empresa que está gestionando la campaña 2.0 de los andalucistas en Jerez-, se muestran rotundos: «Las redes compiten en importancia con los medios tradicionales. Les están ganando terreno. Despreciarlas es un signo de no vivir en el presente». «En la parcela política, hay que tener un cuidado especial, gestionarlas con atención. El producto político, hoy por hoy, provoca rechazo. La clave está en los contenidos que manejas, en hacerlos atractivos para usuarios que no estén previamente convencidos y en que los candidatos interactúen de verdad con sus electores».

Víctor Marí subraya una curiosa contradicción: «Es llamativo cómo los políticos pretenden dar una imagen abierta en el ciberespacio, a la vez que los periodistas protestan porque no se les deja preguntar en las ruedas de prensa». «Me atrevo a adelantar una hipótesis: en estas elecciones muchos candidatos harán una infrautilización de las redes, las tomarán como canales de transmisión de propaganda y no dejarán que se exprese la ciudadanía, incluyendo a los usuarios que piensan de una forma diferente».

Precisamente «ahí está la clave». «Una cosa es ir de 'enrollados', de modernos, y abrir una cuenta en Twitter, y otra es no caer en la tentación de borrar las críticas en cuanto llegan. Si rompen la baraja, los usuarios no son tontos, se dan cuenta, y pierden credibilidad». Escribir en caliente o no medir la repercusión de lo que se dice en el mundo digital suele tener consecuencias en la realidad analógica. El volumen diario de 'tweets' de Esperanza Aguirre era tal que, a pregunta de los periodistas, su equipo tuvo que reconocer que la presidenta no era la única autora de los textos.

En Jerez, Twitter acabó protagonizando un pleno después de que Pilar Sánchez publicara en la Red que las ideas del PP eran «estúpidas».