Reacciones a Bildu
Actualizado: GuardarLa decisión del Constitucional de permitir a la coalición Bildu participar en las elecciones municipales y forales del 22 de mayo es evidentemente polémica. Sin embargo, y pese a algunos desgarramientos comprensibles, el Estado de Derecho ha funcionado con normalidad y las principales reacciones políticas han sido moderadas aun en la crítica y respetuosas con el juego institucional. Hay pocas dudas sobre la existencia de presiones en todas direcciones antes de las sentencias del Supremo y del Constitucional, pero esto es también normal en las democracias avanzadas. Lo cierto es en todo caso que el PP, que defendía con particular vehemencia la plausible tesis de que «mientras ETA exista, sus cómplices no deben estar en las instituciones», adoptaba ayer oficialmente una postura de acatamiento de la decisión, que lógicamente no comparte y que «supone un paso atrás evidente en la lucha contra el terrorismo». No cabe duda de que esta serenidad, que permite imaginar que está a salvo el pacto PP-PSOE para la gobernabilidad en Euskadi, es también un factor muy valioso de estabilidad que ayuda al confinamiento de una ETA que ha perdido el apoyo hasta de sus propios partidarios.