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Las fortunas suizas de los dictadores árabes
El Gobierno helvético desvela que Gadafi, Mubarak y Ben Ali cuentan con 650 millones de euros en bancos del país
BRUSELAS. Actualizado: GuardarSuiza desveló ayer que los dictadores de Egipto, Túnez y Libia tienen depositados en los bancos del país la friolera de 830 millones de francos suizos, casi 650 millones de euros. El Gobierno helvético, que está obligado a respetar un férreo secreto financiero aprobado en 1934, hizo pública la cantidad porque sospecha que el origen del dinero es ilegal. Los fondos se encuentran congelados desde el estallido de las revueltas populares en el mundo árabe y, según la información proporcionada por las entidades finacieras helvéticas, se han mantenido bastante «estables» en los últimos tiempos.
El Ejecutivo del país alpino precisó que Hosni Mubarak es el mandatario que más dinero ha ingresado en sus cuentas. En total, el depuesto presidente egipcio ocultó en Suiza 320 millones de euros. Muamar Gadafi, que antes de la intervención aliada mantuvo un prolongado enfrentamiento con el Gobierno helvético, dispone de 280 millones, aunque recientemente negó que tuviera fondos depositados en las entidades suizas. Ben Ali, con el que Berna tampoco tenía buenas relaciones, llenó su caja fuerte en Suiza con 47 millones.
Suiza intenta desde hace varios años mejorar su imagen internacional frente a las críticas por su opacidad bancaria. En este contexto, el Ejecutivo helvético ordenó congelar los activos de los tres dictadores poco después de que empezaran las protestas. En el caso de Egipto y Túnez, Berna ya está en contacto con las nuevas autoridades para buscar una fórmula para devolver el dinero. La ministra de Exteriores suiza, Micheline Calmy-Rey, se encuentra estos días de gira por la región y el asunto ya ha salido a relucir.
El diálogo con los autoridades libias deberá esperar a que se aclare la situación en el país. De todas maneras, Suiza no guarda un buen recuerdo de Muamar Gadafi. Hace tres años, la Policía de Ginebra arrestó a uno de los hijos del dictador -Hannibal- por golpear a dos de sus sirvientes en un hotel. Aunque los cargos fueron anulados tras un acuerdo secreto con los empleados del establecimiento, el coronel montó en cólera. Retiró casi 3.400 millones de euros de los bancos suizos, frenó la exportación de crudo al país y retuvo durante un año a dos empresarios que trabajaban en Libia.
Prestamo extranjero
El Gobierno rebelde del país norteafricano aprovechó ayer la información difundida por Suiza para reforzar su petición de ayuda económica a las potencias internacionales. El líder del comité financiero opositor, Ali Tarhouni, aseguró en Bengasi que necesitan entre 1.300 y 2.000 millones de euros para poder sobrevivir. Según su propuesta, los Ejecutivos extranjeros podría prestarles esta cantidad utilizando como garantía los fondos descubiertos en Suiza.
Tarhouni detalló que diariamente gastan alrededor de 75 millones de dinares libios, unos 43 millones de euros. Este dinero se destina principalmente a la compra de comida y medicinas y al pago de los sueldos de los funcionarios, el único sustento de muchas familias en el oeste del país. El responsable financiero rebelde calculó que a este ritmo podrían agotar sus fondos en menos de un mes.
Ante esta delicada situación, Tarhouni reclamó a los aliados occidentales que les autoricen una línea de créditos lo más rápido posible. Al parecer, Francia, Italia y EE UU podrían concederles las primeras partidas económicas en diez días. En cuanto a la marcha de la guerra, la OTAN anunció que el puerto de Misrata está despejado y es seguro, lo que podría permitir a los rebeldes conseguir ayuda con mayor fluidez.