Manuel Olivero ha recuperado su vivienda. :: ROMÁN RIOS / EFE
Ciudadanos

Vecinos de Trebujena recobran sus viviendas embargadas hace un siglo

Al menos 300 casas y 800 fincas fueron enajenadas por el Estado en 1904 por el impago de la contribución

TREBUJENA. Actualizado: Guardar
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Hace más de un siglo y en mitad de una hambruna causada por una epidemia de sus viñas, los vecinos de Trebujena perdieron la titularidad de casi 300 casas y de cerca de 800 fincas, que pasaron a manos del Estado en un embargo al que ahora ya pueden poner fin.

La Dirección General de Patrimonio del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha devuelto la titularidad de la primera de estas viviendas a un vecino de Trebujena, Manuel Olivero Barsido, que «después de una cantidad de papeles horrible» y tres años de trámites, ha logrado que la casa familiar en la que ha vivido siempre se registe a su nombre. Su caso abre la puerta a los demás afectados, que contarán con apoyo municipal para los trámites de reclamaciones. La situación arranca en 1884, cuando la filoxera destruyó la mayoría de los viñedos de Trebujena, y llevó la hambruna a este pueblo. Para protestar por la falta de ayuda de las administraciones, sus vecinos decidieron negarse a pagar el recibo de la contribución, lo que hoy sería el IBI. En el pueblo se cuenta que el Estado llegó incluso a enviar a un recaudador que «tuvo que salir por piernas porque la gente lo quería apalear», según una leyenda que rememora el alcalde, Manuel Cárdenas.

Ante el impago, el Estado cortó por lo sano y en 1904 comenzó a embargar las viviendas y las fincas que no habían contribuido con sus impuestos. Las inscribió a su nombre en el registro de la propiedad. «Aquellas 300 viviendas, en el año 1885, suponían más de la mitad de las casas de Trebujena», apunta Cárdenas, que ahora es alcalde de una población de unos 7.000 habitantes. A pesar del cambio de titularidad, el Estado «nunca ejerció como propietario» y los dueños siguieron ocupando sus hogares con total normalidad. Pagando, incluso, el recibo de la contribución. Los contratos de compra-venta privados funcionaban sin necesidad de escrituras, las herencias se pasaban de manera informal y las obras se afrontaban «tirando del calcetín» y no de hipotecas bancarias, explica el alcalde.

No pueden pedir préstamos

Sin embargo, en la actualidad, muchos vecinos al ir a buscar sus escrituras se han dado cuenta de que las casas no eran legalmente suyas, y bien no han podido acceder a préstamos o no se han querido invertir en viviendas 'ajenas'. Ese ha sido el caso de Manuel Olivero Barba, que es pensionista y cuya casa está casi en ruinas porque tenía miedo a «gastarse un dineral», para que luego le dijeran que no era de su propiedad.

El embargo de las viviendas de Trebujena por el Estado pasa a mejor vida» gracias a la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas del 2003 y a su artículo 37 sobre «mejor derecho del tercero sobre el Estado». Para el alcalde, «ha sido un logro muy importante e histórico».