El régimen reprime a tiros una masiva protesta

Una multitud compuesta por decenas de miles de sirios plantaron cara de nuevo ayer al régimen de Bashar el-Asad en una protesta gigante, bautizada como 'Viernes de la ira', en la que al menos 24 manifestantes perdieron la vida, según la organización de Derechos Humanos Sawasiah. El mayor número de muertos se registró en la localidad de Deraa, al sur del país y epicentro de las revueltas, donde fallecieron quince personas y más de cincuenta resultaron heridas.

Previamente, el destacado activista y abogado Tamer al-Jahamani, había informado de que las morgues improvisadas habilitadas en Deraa habían recibido al menos 83 cadáveres, incluidos mujeres y niños. «La mayoría de las balas entraron por la cabeza o el pecho, lo que indica que los que hicieron los disparos fueron en su mayoría francotiradores», explicó. Mientras tanto, en Damasco unas 10.000 personas salieron para manifestar su apoyo a los residentes en Deraa.

En declaraciones a Al-Yasira, el abogado y miembro de una organización de derechos humanos en el país árabe, Abu Amar Abdalá, aseguró que «se están produciendo verdaderas masacres en Deraa.