«No hay un objetivo más emblemático que este lugar»

Los testigos del atentado que destrozó el café Argana de Marrakech hablaban ayer de una enorme explosión, de escombros volando sobre la plaza Yamaa el-Fna, de muerte y destrucción y, además, de la repercusión que la matanza de extranjeros podría tener en el sector turístico marroquí. «No hay un objetivo más emblemático que este lugar», lamentaba un francés dueño de un restaurante en la zona. «Este ataque golpeará al turismo durante años».

En una semana todavía vacacional, cientos de viajeros abarrotaban a mediodía de ayer la plaza Yamaa el-Fna. Uno de ellos, el británico Andy Birnie, decidió incluir Marrakech en su viaje de luna de miel a Marruecos. Él entraba en la zona justo en el momento en que se produjo el atentado. «Escuché un ruido enorme y luego vi mucho humo y escombros que llovían del cielo», explicó el viajero a Associated Press. Otro visitante, el portugués Alexandre Carvalho, pudo asistir al rescate de los heridos en la explosión. «La mayoría eran turistas por las ropas que llevaban», indicó.

Hugo Somersham-Jones, un británico que vive cerca del café atacado, describió a la BBC el terrible panorama de cuerpos sin vida «que valientes camareros y gente que pasaba por la zona se empeñaba en recuperar» en medio de escenas caóticas.