Los operarios de Tragsa siguen trabajando en las obras de la avanzada del conjunto fortificado. :: ÓSCAR CHAMARRO
CÁDIZ

El Castillo de San Sebastián tampoco llegará a tiempo para el Bicentenario

No hay plazo ni dinero para rehabilitar este edificio que se había planteado como uno de los emblemas de la conmemoración

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Al Faro de las Libertades, el que las autoridades implicadas en el Bicentenario han presentado durante mucho tiempo como el «emblema del Doce», se le ha fundido la bombilla. El nuevo presidente del Consorcio, Francisco Menacho, tuvo ayer que bailar con la más fea y anunciar, apenas dos semanas después de llegar al cargo, que el Castillo de San Sebastián no va a estar rehabilitado para 2012. No hay dinero. No hay más.

Menacho no quiso alimentar falsas expectativas. «El Castillo tiene problemas de financiación», dijo. «Queremos que presente un estado digno de recibimiento, pero de aquí a 2012 es imposible tenerlo terminado», añadió el consejero de Gobernación y Justicia.

Todo el esfuerzo se va a centrar por tanto a partir de ahora en terminar de acondicionar los equipamientos de la avanzada del Castillo. Fuentes del Consorcio confirman que los trabajos de rehabilitación de las casamatas van a buen ritmo. La adecuación de las mismas como espacios expositivos o para acoger actuaciones o conferencias estará «perfectamente terminada para la celebración». La mayoría de las casamatas se encuentran ya enfoscadas, tanto en paredes como en bóvedas, y también han culminado los muros y sillares de piedra ostionera. Aún así, todavía está pendiente la finalización de la instalación de todos los servicios necesarios para darles uso, como las acometidas de electricidad, la fontanería, las redes de saneamiento o la climatización.

Aún así, todo va a depender del dinero con que se cuente. Para ello, Francisco Menacho explicó ayer que el Consorcio está haciendo gestiones con distintos ministerios a los que ha pedido distintas subvenciones. «Nuestra idea es seguir pidiendo todas las ayudas que haya», dijo.

Los cálculos de las necesidades son imprecisos. No existe una programación cerrada que indique que es lo que debe ir en aquel lugar. El presidente del Consorcio calcula que «con 4 o 5 millones de euros podríamos poner en funcionamiento todo lo que está hecho, así como acondicionar la entrada y la salida del Castillo».

«Las obras no se van a parar, y ya veremos que es lo que vamos a hacer en la zona de las casamatas si nos conceden las subvenciones», dijo Francisco Menacho. Esta perspectiva crea una gran incertidumbre en torno al contenido que se le va a dar al Castillo, que, por cierto, se había planteado como uno de los escenarios de la gran exposición que el Consorcio está preparando.

El hecho de que las ideas dependan de la financiación coarta en gran medida el cometido de los técnicos que están trabajando en el diseño de la programación de la efemérides, especialmente porque a principios del mes de septiembre se pretende que todas las actividades estén ultimadas, por lo que apenas queda tiempo para diseñar actuaciones de primer nivel. Lo que sí se mantiene es el proyecto de derribar la Torre de Artillería y los antiguos polvorines para habilitar un nuevo espacio diáfano destinado a actividades lúdicas. Ahora bien, en este sentido, también Francisco Menacho dijo ayer que «ya se verá que se hace allí». También dependerá del dinero del que se disponga. Todo esto lo explicó el nuevo presidente del Consorcio después de participar en su primera Junta de Gobierno. Menacho fue claro: «No vamos a crear falsas ilusiones, vamos a crear realidades. El 2012 va a ser la gran oportunidad para Cádiz y su Bahía, pero no se va a programar nada para lo que no haya soporte económico.

El peso de la financiación de las obras en el Castillo de San Sebastián los ha asumido el Gobierno Central. La crisis también se ha dejado notar en este proyecto, que se ha quedado a medias a pesar de que hubo una rebaja significativa en las previsiones iniciales de gastos por la supresión del muelle del Socorro o la ampliación del paseo de acceso a la fortaleza.