Este tramo de vía se cobró el martes una nueva víctima mortal. :: J. M. A.
CHICLANA

Un punto negro en Pago del Humo

Residentes de esta urbanización del diseminado piden mejoras, aunque la señalización vial es correcta y abundante. La muerte de un motorista revela la peligrosidad de los accesos a la zona

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El accidente en el que falleció el joven conductor de un ciclomotor en la carretera de Pago del Humo, ha vuelto a reabrir el debate sobre este punto negro de la circulación rodad en la ciudad.

Aunque la señalización es abundante y está bien distribuida en la zona, con constantes avisos de curvas peligrosas, limitación de velocidad y advertencia de la presencia de badenes y niños, lo cierto es que la elevada densidad de vehículos que registra la CA-3206 en determinados momentos del día, y la falta de iluminación en algunos de sus tramos, ya ha provocado más de un accidente de gravedad.

En los últimos años, los vecinos recuerdan varias salidas de vía, y un par de accidentes con víctimas mortales. «Cada vez que salimos o entramos a la urbanización nos jugamos la vida», asegura Manuel González, vecino de una de las cientos de viviendas que se ubican en Pago del Humo.

Su opinión es compartida en la barra de una de las cuatro ventas que se reparten por esta zona. Antonio Montiel recuerda que más de una vez ha tenido que apartarse al ver venir «a un coche a toda pastilla de frente».

Y es que la carretera de Pago del Humo, sobre todo a la altura donde se produjo la muerte del motorista el pasado martes, justo en la sucesión de curvas a la altura del acceso al circuito de motocross, cuenta con una anchura mínima para el paso de dos vehículos, y carece de arcén para los numerosos motoristas y ciclistas que circulan por este entorno rural.

«Aquí deberían hacer algo para prevenir accidentes», se queja María del Mar Santiago, sevillana afincada desde hace años en Pago del Humo. Sin embargo, poco se puede reprochar desde el punto de vista de la seguridad vial al tramo, teniendo en cuenta que hace ya unos años se incorporaron los badenes para la reducción de la velocidad a los automóviles, y la señalización está actualizada.

Los vecinos de Pago del Humo lamentan que «tengan que morir chavales» para que los medios se hagan eco de la peligrosidad de su carretera. Y no es la única vía en esta zona sur de Chiclana en la que los conductores se juegan, literalmente, la vida. A pocos metros se encuentra la carretera de El Palmar, con un cruce peligrosísimo, que lleva años sin ser modificado.