Un manifestante golpea, ayer, con un zapato un cartel de El-Asad en El Cairo. :: KHALIL HAMRA / AP
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El régimen sirio se aísla en la represión

El-Asad amplía su ofensiva y corta las comunicaciones en los focos de protestas para silenciar las denuncias de testigos

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La tensión en Siria se acumula tras el muro de aislamiento levantado por el régimen de Bashar El-Asad para ocultar al mundo la represión que asfixia a decenas de miles de manifestantes. Un día después de la decisión del Gobierno de desplegar tanques para embestir las protestas, las localidades de Deraa y Duma continuaron rodeadas y asediadas por disparos. La falta de agua, electricidad y los arbitrarios registros de las fuerzas de seguridad a las casas de civiles complementan un escenario en el que en las últimas horas al menos 500 personas fueron detenidas y donde el interrumpido servicio de teléfono e Internet impide conocer el calado de la ofensiva y las cifras de muertos y heridos.

El asedio de los leales a El-Asad se extendió hasta la región de Banias, en la costa mediterránea y desde hace semanas foco de movilizaciones al igual que la región de Deraa -fronteriza con Jordania- y el barrio capitalino de Duma. «Fuerzas vestidas de negro y con fusiles AK-47 se han desplegado en las colinas a bordo de vehículos blindados que atravesaron la carretera durante la noche», relató a Reuters Anas al-Shaghri, un líder de las revueltas en la zona. «Estamos esperando un ataque en cualquier momento», confesó.

Desde que se iniciaron las revueltas el 18 marzo, la violencia del régimen Damasco le costó la vida a 393 personas, un tercio de ellas en los enfrentamientos de los últimos cuatro días. Así lo anunció Amnistía Internacional (AI), quien aseguró también que al menos 23 opositores murieron en el ataque militar de Deraa iniciado hace dos días. «No obstante, el total de fallecidos puede ser mucho mayor», advirtió.

«Con el uso de la artillería contra sus propios ciudadanos, el Gobierno sirio demuestra que está dispuesto a reprimir protestas pacíficas a cualquier precio. Parece asustado de su pueblo y de sus reclamos en favor de las reformas», aseguró Malcolm Smart, director de AI para Oriente Próximo y el Norte de África. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, por su parte, denunció que «decenas» de personas fueron detenidas ayer en Damasco y en la ciudad costera de Jableh.

Preocupación de Turquía

La posibilidad de que la situación en Siria sufra un mayor deterioro hizo saltar las alarmas en Turquía, quien comparte una frontera de 877 kilómetros y goza de unas estrechas relaciones bilaterales. «Siria es nuestra máxima prioridad. Ya hemos tomado medidas en previsión de todo tipo de escenarios, incluidos los de migración masiva y otras complicaciones», declaró al diario 'Hurriyet' un funcionario del Ministerio de Exteriores en Ankara. La víspera, el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense mantuvo reuniones secretas en la capital y según la televisión pública TRT enmarcó al régimen de El-Asad en «un umbral crítico».

En consonancia con las denuncias ejercidas por la comunidad internacional contra la represión de las protestas, la portavoz de la Comisión Europea, Catherine Ray, expresó que «los Veintisiete van a reunirse en los próximos días o próximas horas para discutir potenciales acciones sobre Siria». Paralelamente, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, exigieron conjuntamente el fin de la «intolerable» violencia en el país árabe y el Ejecutivo alemán amenazó a El-Asad con «consecuencias» si no inicia el proceso de democratización.

Contrario a las reacciones de condena contra al régimen sirio se mostró en cambio el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien habló de la existencia de un complot mundial orquestado por Estados Unidos para derrocar al presidente de Damasco. «Están infiltrando terroristas y provocando muertos. ¡Qué cinismo!», aseguró el líder de Caracas, que calificó a El-Asad como «un humanista».