«Como me raspen el coche os apuñalo a 'tos'»

La cara desencajada por los vicios, fanfarrón en las maneras, violento en el hablar y sin soltar una botellita de agua que no derramaba pese a los brincos que pegaba dentro de un coche. De esa guisa se mostraba Juan C. M. hace dos veranos, cuando un reportaje de la televisión enseñaba la cara más criticada de Conil, la del botellón y los excesos en la calle. Este programa sentó muy mal al Ayuntamiento, que veía en él una pésima fama para el turismo del municipio. Pero fue la gota final para que definitivamente se impusiera la ley que erradicaba el consumo de alcohol en la vía pública y las temidas carpas. «Como me raspen el coche, os apuñalo a 'tos'». Esta lindeza no salió de la boca del ahora supuesto criminal sino de su acompañante, con quien ejecutaba un baile imposible dentro de un coche que se abría entre la multitud. Apenas unos segundos más se ve de nuevo a Juan C. M., dando saltos en una discoteca. El pasado fin de semana también había consumido estupefacientes.