... 30 años después

Les sobran piezas de menaje. Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton han pedido a la gente que en lugar de enviarles obsequios repetidos o de poca utilidad -como un rebaño de vacas cortesía de una aerolínea sudafricana que amablemente han declinado- hagan una donación a una asociación benéfica. Los contrayentes han elegido 16 ONG y colectivos de víctimas de desastres naturales, de viudas, exmilitares con problemas psicológicos, niños que no tienen acceso a la educación... para que se beneficien de los regalos reales -las donaciones se pueden hacer en seis monedas diferentes-. Pero aún así siguen llegando 'paquetes' a Clarence House. Como este retrato de la pareja ya entrada en años. Un ordenador ha recreado su imagen dentro de 30 años, a punto de estrenar la sesentena (él con 58 y ella con 59).

Canosos y con arrugas pero joviales, así les han visto los autores del cuadro. Aunque no se encuentren muy favorecidos, seguro que esta estampa les gusta más que esas otras que acaba de publicar 'People' y en las que se ve al príncipe Guillermo en una fiesta loca -no es la despedida de soltero, corresponden al año 2002-, en calzoncillos y con boas de colores a la cintura y cuello. Un 'regalito' envenenado... Y otros que no llegarán. Porque que no se extrañen si no reciben obsequios de los antiguos inquilinos del 10 de Downing Street. Entre los 1.900 invitados a la boda del año no figuran los exprimeros ministros laboristas Tony Blair y Gordon Brown, ya que no pertenecen a la noble Orden de la Jarretera -sí irá el actual líder de los laboristas, Ed Miliband, porque el protocolo indica que se invite al jefe de la oposición-. También están invitados los predecesores de Blair y Brown, los conservadores Margaret Thatcher y Sir John Major, aunque ella no asistirá por problemas de salud. Sarah Ferguson, exmujer de Andrés de Inglaterra y tía del príncipe Guillermo, tampoco ha recibido invitación con membrete real. Y también se quedarán con las ganas los cientos de miles de turistas que tienen previsto aterrizar en Londres este fin de semana. Por Buckingham Palace y alrededores estarán los de siempre -que ya son muchos- y más de medio millón de personas atraídas por el 'turismo nupcial'.