Un grupo de rebeldes hacen la señal de la victoria tras conocer la retirada de las tropas de Gadafi de la ciudad de Misrata. :: STR / AP
MUNDO

Gadafi se da por vencido en Misrata

El Gobierno libio ordena la retirada de sus tropas de la ciudad, clave en el acceso a Trípoli, ante el acoso de los rebeldes

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los rebeldes anunciaron ayer la «liberación» de Misrata, la tercera ciudad libia y su único bastión dentro del territorio leal al régimen pese al brutal asedio llevado a cabo por las tropas gadafistas en los dos últimos meses, según informó ayer Al-Yasira. Las mismas fuentes señalaron a la cadena catarí que los revolucionarios ya controlan «cada parcela de la ciudad» tras la derrota de las fuerzas del régimen.

La cadena de televisión Al-Yasira difundió ayer imágenes en las que se muestran decenas de rebeldes fuertemente armados circulando por las calles de la ciudad, además de los importantes desperfectos ocasionados por los continuos bombardeos registrados en las últimas semanas en Misrata. Ante esta situación y la debilidad demostrada por sus tropas -en las imágenes de la cadena catarí se podía ver a decenas de leales a Gadafi heridos transportados en camionetas por los rebeldes-, el Gobierno libio anunciaba ayer la retirada de sus fuerzas de la villa. El viceministro libio de Asuntos Exteriores, Khaled Kaim, admitió ayer que «a partir de ahora» Misrata está en las manos de las tribus locales y de los habitantes de la ciudad que deberán arreglar sus problemas con los rebeldes «por el diálogo o por la fuerza».

La victoria de los sublevados sobre las tropas de Gadafi no resultó fácil. Ni gratuita. El portavoz de los jóvenes de la revolución del 17 de febrero, Abdelbasset Aboumzirik, explicó al canal catarí que quince milicianos murieron y otros 31 resultaron heridos durante los enfrentamientos con las fuerzas del régimen que se encontraban de retirada.

Más de 1.000 muertos

Misrata estuvo sitiada por las fuerzas gadafistas desde el comienzo de la revolución. Clave en el acceso a Trípoli, la ciudad se ha convertido en el emblema de las limitaciones de la campaña aérea de la OTAN y escenario de los más cruentos enfrentamientos. Fuentes médicas aseguran que más de mil personas, en su mayoría civiles, han muerto y otras 3.000 han resultado heridas desde el inicio de la contienda. Las fuerzas de Gadafi llegaron a ser acusadas de utilizar bombas de racimo, prohibidas por la comunidad internacional, en sus ataques a Misrata, aunque el gobierno de Trípoli lo desmintió.

Además de los bombardeos, un gran número de personas han perdido la vida por los disparos de los francotiradores leales al dictador que tomaron posiciones en los tejados de los edificios, sobre todo en la avenida de Trípoli, principal arteria de la ciudad. Barcos fletados por diferentes países y organizaciones internacionales han conseguido evacuar a millares de personas, muchas de ellas extranjeras. En el plano humanitario, la ciudad ha vivido un verdadero drama durante los últimos dos meses, en razón a los cortes de electricidad, de agua y a la dificultad para aprovisionarse de productos alimenticios.