Reformas sin solución en Siria

La crítica situación en Siria, donde la revuelta política y social no cesa, se acerca a un inquietante punto de no retorno. Ayer el régimen hizo concesiones de gran calado (abolición del estado de excepción y de los inicuos tribunales políticos y autorización de las manifestaciones no violentas entre otras cosas) y al mismo tiempo corría por el país la consigna de desafiarlo definitivamente con lo que los opositores llaman 'el Gran Viernes'. Si se asume que el régimen sirio es de los que venderá cara su supervivencia, como hizo ya en el pasado, la situación podría desembocar en un gran baño de sangre. El Gobierno sirio ha actuado juiciosamente, pero lo ha hecho muy tarde y solo bajo la creciente presión popular y la mirada crítica de la comunidad internacional. La gran reforma legislativa podría haber sido útil hace algunas semanas pero, fríamente recibida hoy por la sociedad, parece inútil como herramienta política al servicio de un proceso de concordia nacional que el régimen no ha sabido y tal vez no ha querido emprender.