Funcionarios egipcios retiran la imagen de Mubarak del Parlamento. :: AP
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La Justicia egipcia ordena borrar todo rastro de Mubarak

Cualquier imagen o referencia al derrocado presidente y su familia desaparecerá de cientos de espacios y edificios públicos

RABAT. Actualizado: Guardar
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En el año 2006, las autoridades egipcias retiraron la estatua de Ramses II, que reinó durante 66 años, de la plaza que lleva su nombre. El humo de los miles de vehículos que cada día pasan por Midan Ramses estaba corroyendo su colosal figura. Cinco años después, el rastro del último faraón egipcio también está a punto de desaparecer de esta plaza. La estación de metro de este enorme nudo de comunicaciones cairota, Mubarak, es uno de los espacios públicos que deberán cambiar su nombre después de que un tribunal egipcio ordenara ayer borrar todo rastro del expresidente y su familia del callejero del país. Hosni, Suzanne e incluso Gamal Mubarak dan nombre a cientos de edificios públicos, calles, bibliotecas y centros deportivos del país, pero el paso de la revolución evitará que la onomástica de la familia del dictador quede grabada en la historia de Egipto. También librará a los ciudadanos de una absurda paradoja, como es tener que votar en las primeras elecciones libres, que se celebrarán en septiembre, en alguno de los quinientos colegios Hosni Mubarak del país.

Las imágenes de un exdictador treinta años más joven -muchas veces pertrechado de gafas de sol y siempre vestido de punta en blanco- que presidían todas las estancias públicas ya empezaron a ser retiradas de los edificios gubernamentales el mismo día que el antiguo mandatario abandonó el poder. Los colosales murales que adornan las avenidas que llevan al aeropuerto de El Cairo, y que muestran a un paternalista Mubarak junto a referencias a la grandiosa historia egipcia, como la construcción de las pirámides o de la gran presa de Asuán, también tienen los días contados. «Está claro que la magnitud de la corrupción que se está destapando cada día supera la imaginación de cualquiera», afirmó ayer el juez Mohamed Hassan Omar, que preside el tribunal que ha ordenado eliminar a los Mubarak de las calles del país.

El expresidente continúa detenido y en estado «inestable», según la agencia Mena, en el hospital internacional de Sharm el-Sheij. El octogenario político podría ser trasladado próximamente al centro sanitario de la prisión de Tora, a las afueras de la capital egipcia y donde ya se encuentran sus hijos Alaa y Gamal, si el médico forense designado por el fiscal general considera que es adecuado para albergar al exmandatario.

El diario 'Al Ahram Online' aseguraba ayer además que las dos nueras de Mubarak, Jadiya el-Gammal y Heidi Rasej, serán interrogadas el próximo martes dentro del proceso que investiga si la familia del dirigente derrocado por la revuelta popular acumuló riquezas de manera ilegal.