Saludando al Rey Don Juan Carlos I en presencia de la Reina Doña Sofía. :: IMÁGENES CEDIDAS
Jerez

Un gran ilustre de las letras

El arcense Carlos Murciano está considerado por uno de los mejores sonetistas

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Debido al tándem que han formado en el terreno literario, cuando se habla de los poetas de Arcos y nos detenemos en el apellido Murciano solemos hacerlo en plural, refiriéndonos a ellos como los hermanos Murciano, Antonio y Carlos, que tanto monta. No obstante, los que han tenido interés y se han detenido en sus obras, distinguen perfectamente la de uno y otro. Si en comunión se reparten las virtudes, en solitario sobresalen por sus peculiaridades estilísticas, teniendo por ello cada uno características que los diferencian. Si en uno es el oficio, el caudal o la riqueza de vocabulario; en el otro apreciamos el rigor, la precisión adjetivadora, el conocimiento compositivo y la palabra exacta.

Es por lo que, tras dedicar nuestra primera entrega a Antonio, hoy queremos destinar esta segunda a su hermano Carlos describiendo su vida y prolífica obra literaria. Para ello hemos contado con la colaboración de su hijo, quien desde Madrid ha tenido la gentiliza de aportarnos la documentación gráfica, necesaria para llevar a cabo tan merecida crónica a su progenitor.

Nació Carlos Murciano en Arcos, el 21 de noviembre de 1931, en la casa nº 6 de la calle Nueva. Hijo de Antonio Murciano Mesa y de María Manuela González-Arias de Reina. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de los Salesianos, para luego llevar a cabo el Bachillerato en el Colegio de Nuestra Señora de las Nieves, aprobando los exámenes de reválida en el Instituto de Jerez de la Frontera.

Tras este periodo se hizo cargo de la fábrica de aceite de orujo y jabones de su padre, actividad laboral que iba alternando con los estudios de Perito Mercantil, en la Escuela Profesional de Comercio de Jerez. Aprobado los cinco cursos, continuó en Jerez la carrera, obteniendo el título de Profesor Mercantil. Tras enfermar su padre y venderse la industria familiar, decidió continuar su carrera, por lo que se trasladó a Madrid para ingresar en la Escuela Superior de Comercio, donde tras superar con brillantez los dos cursos obtuvo el título de Intendente Mercantil el 17 de diciembre de 1954.

Aunque Carlos Murciano comienza su carrera literaria en el año 1949 como miembro del grupo Alcarabán, del que es cofundador junto a Julio Mariscal y a su hermano Antonio, no publica hasta 1954, año en que aparece su primer libro de poemas, 'El alma repartida'. Este mismo año obtiene el accésit del Premio Adonais por su libro 'Viento en la carne'; no obstante el libro no ve la luz hasta 1955, fecha a partir de la cual inicia su etapa literaria más prolífica.

Su vocación y conocimiento de la preceptiva, junto a su carácter disciplinado de trabajador impenitente, le hace publicar con inusitada regularidad, publicando 'Poemas tristes a Madia' en 1956, 'Ángeles de siempre' (1958), 'Cuando da el corazón la medianoche' también en 1958, 'Tiempo de ceniza' (1961), 'Un día más o menos' (1962), y 'Desde la carne al alma' (1963). Consiguiendo con ellos premios como el Ciudad de Barcelona o el Boscán en 1966 por su libro de 'Epitáfios', o el de Ausias March por los 'Años y las sombras', y en 1970 el Premio Nacional de Literatura por su poemario 'Este claro silencio'.

Desde que ganó el Ciudad de Barcelona y el Premio Nacional, obtuvo el espaldarazo y la categoría definitiva, por lo que su producción poética y bibliográfica no ha dejado de crecer, destacando títulos como 'Clave', que fue becado por la fundación March y premiado con el Ciudad de Palma en 1970.

En el año 1973 vio la luz 'El revés del espejo' con el que obtuvo el premio Ciudad de Zamora. En 1967 con 'Yerba y olvido' consiguió el González de Lama y en 1978 fue distinguido con el Francisco de Quevedo por el libro 'Del tiempo y soledad'. Luego vinieron 'Meditación en Socar (1982), 'Historias de otra edad' (1984), que fue Premio Leonor de poesía. Con 'Mis lentos ojos' (1986) consiguió el premio Ibn Laidun y premio Prometeo de poesía. En 1994 publicó 'De roble y seda', que fue galardonado con el Ciudad de Segovia; 'Sonetos de la otra casa' en 1996, premio Feria del Libro; 'Diminuto jardín como una araña' (1998), premio San Juan de la Cruz, 'Cuaderno de Es Verger' (2000), premio Alfonso VIII; 'Concierto de Cámara' (2001), premio Internacional Antonio Machado; y 'Oscuro Lema' (2004), que sepamos ha sido su último poemario publicado.

A toda esta cantidad de publicaciones hemos de añadir seis antologías, la última de las cuales, 'Música de la Sangre', íntegramente escrita en sonetos, en total 70, fue publica en San Salvador (EL Salvador) en el año 2002.

Carlos Murciano está considerado por escritores y poetas, como el mejor sonetista actual fuera y dentro de España. El escritor y poeta Leopoldo de Luis ha dejado escrito que Carlos Murciano no es un sonetista, sino que es el soneto en sí desde la mitad del siglo XX hasta nuestros días. Y el escritor chileno Alfonso Larrahona también ha manifestado que es un maestro del endecasílabo, un caballero del soneto, un rey cuyo trono es indisputable. Y el cubano Virgilio López Lemus, dice de él que no cree que haya nadie vivo en la lengua española que domine el soneto como Carlos Murciano.

Otros premios suyos en el campo de la poesía han sido Guatemala (1974), Andalucía (1977), Jorge Manrique (1981) y el Vicente Alexandre (2001). En diciembre del año 2000, un jurado constituido por poetas de cinco países diferentes le otorgó el Premio Internacional Atlántida por el conjunto de su obra.

Dejando al margen su faceta de escritor y poeta, ha llevado a cabo una encomiable labor como crítico literario en revistas como 'Punta Europa', 'La Estafeta literaria' o 'Poesía Hispánica', algunos de cuyos artículos han sido encargo de su director José García Nieto.

También han sido numerosas sus colaboraciones en rotativos como ABC, YA, La Vanguardia, El Universal de Caracas... actividad que comenzó con apenas 20 años de edad y que aún hoy sigue en la edición madrileña de ABC, por lo que sus artículos se cuentan por millares.

Dada su afición a la ufología, en el año 1968 ABC lo nombró corresponsal del mundo de los OVNIS. Con tal corresponsalía recorrió numerosos países de Europa y América, entrevistando a los más importantes investigadores del mundo de extraterrestres, así como a personas y colectivos que manifestaban haber tenido avistamientos e incluso contactos con estos seres.

A finales de 1969 apareció su libro 'Algo flota sobre el mundo', en el que se recogían sus artículos y reportajes en torno a la temática OVNI.

¿Pero qué hace un arcense en la capital de España? Muy sencillo, en el año 1956 Carlos Murciano es contratado con la compañía RCA Española S.A, filial de la RCA norteamericana, actuando en dicha empresa como gerente administrativo y apoderado, empresa en la que permaneció hasta 1981 para dedicarse por entero a su obra literaria. Durante este periodo, nuestro protagonista también abordó la narrativa, difícil género en el que igualmente logró destacar entre los numerosos e importantes autores que se dedican a esta vertiente literaria, consiguiendo los premios Sésamo, Gabriel Miró, La Felguera, Ciudad de Badalona, Lema, Guardo, Ciudad de Irún, Miguel de Unamuno, Sara Navarro.

A sus muchos y distintos títulos como son 'La Aguja' (1966), 'La Escalera' (1963), 'De Redes y de Lazos' (1990), 'La Hucha de Oro' (1974)... Llegando a conseguir el premio Emilio Hurtado por su libro 'Apriétame más que nunca' (1986), así como el premio Francisco García Pavón por 'Cómo las nubes van hacia el olvido' (1999).

Sus tres novelas cortas han sido 'Cartas a Tobby', 'Triste canta el búho' y 'Cuesta del perro', novelas por las que obtuvo los premios Bierzo (1972), Ciudad de Irún (1974) y Felipe Trigo (1989).

A su vez, Carlos Murciano también ha cultivado la literatura para niños, en total una treintena de libros entre prosa y verso, de los que podemos destacar 'Las manos en el agua' (1980) o 'Enigma en Pueblosolo' (2001), logrando por esta trayectoria el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y por su libro 'El mar sigue esperando' (1982).

Siempre tuvo una gran vinculación con Hispanoamérica, de hecho su primer libro fue publicado en Caracas, donde posteriormente ha publicado tres más; el último fue 'De letras venezolanas', editado por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. En la revista caraqueña 'Poesía de Venezuela', escribió durante 20 años su 'Correo poético español', con el que obtuvo un gran eco en aquel país.

En el año 1971 apareció en México otro de sus libros para la América de habla latina, 'Hervás y Panduro y los mundos habitados'. En 1974 le fue otorgado el premio Guatemala de Poesía, motivo por el cual viajó a ese país, siendo recibido por el presidente de la República.

Como conferenciante y periodista ha recorrido países como Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Costa Rica, El Salvador u EE UU. También ha sido conferenciante en distintas instituciones y países europeos, como Italia, Suiza, Alemania, Yugoslavia. En Asia ha hablado de su poesía, así como en Bhopal y Nueva Deli (India). Y en 1970 le fue otorgada en Nueva York la medalla de Oro del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos.

Está en posesión de la Cruz del Mérito Naval de Primera Clase con distintivo Blanco, la Gran Cruz de la Orden Militar de San Lázaro y la Orden de Andrés Bello del Gobierno venezolano. Es Caballero Imperial del Monasterio de Yuste, Comendador de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, miembro de la Academia Venezolana de la Lengua y miembro de la Academia Nacional de la historia de Venezuela, como también de la Academia Belgo-Espagnole D´Historie. También lo es de la Sociedad Mexicana de Demografía y Estadística. Miembro de número de la Real Academia Jerezana de San Dionisio, de la Hispanoamericana de Cádiz, de San Telmo de Málaga, de San Romualdo de San Fernando y de las Artes y Letras de Córdoba.

Su obra literaria ha sido traducida al inglés, francés, italiano, ruso, lituano, polaco, macedonio, coreano, hindú y tailandés. Habiendo por su parte traducido diversas obras del catalán, francés, inglés o italiano.

Nos encontramos, pues, ante un gaditano, escritor y poeta, economista de profesión, pintor, traductor, ufólogo, musicólogo y periodista en suma, un hombre del Renacimiento, al que por su cercanía a Jerez y a todo lo que sepa a jerezano lo consideramos tan nuestro como también lo es su hermano Antonio.

Está casado con Antonia Máinez Benítez, de cuyo matrimonio han tenido seis hijos: Antonia María y María de las Nieves (mellizas), ambas abogadas, Carlos María, doctor en Filología Hispánica y licenciado en Filología Italiana, María Auxiliadora, bióloga, Luis María, abogado, y Jorge Francisco licenciado en Filología Alemana.