MUNDO

Las dramáticas consecuencias del vertido de BP

Un año después de la peor catástrofe ecológica de EE UU, las comunidades de sur del país luchan por recuperar la normalidad

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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A un año de que se desatara uno de las peores desastres medioambientales de la historia con la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México, las heridas dejadas por los casi cinco millones de toneladas de crudo vertidos al mar siguen abiertas. Decenas de comunidades costeras luchan todavía por recuperar la normalidad, con la pesca y el sector turístico -las principales riquezas de la zona- todavía lejos de sus mejores tiempos.

Aunque algunas evidencias apuntan a que los daños sobre el medio ambiente han tenido un impacto limitado, científicos independientes que han trabajado durante meses en una extensa área se muestran mucho más cautos. «Parece que el golfo se está recuperando a buen ritmo», afirmó el experto David Biello a la revista 'Scientific American', solo para remarcar luego que «hablo de lo que parece ahora, pero es imposible pronosticar cuál va ser el impacto a largo plazo».

Con muy pocas huellas de chapapote en el perímetro costero, los científicos están de acuerdo en que el gran misterio a resolver es dónde ha ido a parar la inmensa marea negra de 6.500 kilómetros cuadrados que fluyó de las profundidades del océano. Es verdad que la mayoría del crudo se dispersó con rapidez en el agua y sus partículas llegaron a ser tan pequeñas que resulta complicado seguirle la pista, pero eso no significa que haya desaparecido. Pese a estos riesgos latentes que amenazan el futuro de millones de personas, las acciones políticas para regular las explotaciones petrolíferas en un área repleta de pozos han brillado por su ausencia. Espoleado por la catástrofe, Washington ordenó una moratoria en las perforaciones que resultó demasiado breve dadas las interrogantes y la precaria legislación que rige este sector. Cuando el pasado octubre se levantó la prohibición, el Gobierno dio por hecho que la industria había aprendido la lección y de que los vagos mecanismos de regulación que contribuyeron al accidente habían sido reemplazados por otros más firmes.

Perforaciones más profundas

Una comisión independiente encargada de estudiar el asunto no se muestra tan optimista. «Las perforaciones se harán cada vez más en aguas más profundas y peligrosas, que es donde se encuentran las grandes bolsas de crudo. Solo una reforma integral de todo el sistema que implique al gobierno y las petroleras servirá para prevenir futuros desastres», declaró esta semana William Reilly, uno de los responsables de la comisión, quien se lamenta que el Congreso no haya tenido en cuenta ninguna de sus recomendaciones.

En su comparencia de ayer, Barack Obama trató de hacer un balance positivo de la medidas adoptadas por su gobierno y del éxito de las presiones ejercidas sobre BP para que se hiciera responsable de la tragedia. El coste final de las indemnizaciones y reparaciones puede alcanzar los 40.000 millones de dólares (unos 27.500 millones de euros).