Tres bomberos inspeccionan ayer el interior de la basílica barcelonesa. :: MARTA PÉREZ / EFE
ESPAÑA

Los Mossos diseñarán la nueva seguridad de la Sagrada Familia

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Un día después de sufrir uno de los mayores sustos en sus 130 años de historia, la Sagrada Familia trató ayer de recuperar la normalidad. Las cerca de 7.000 personas que desde primera hora hicieron cola para visitar el templo apenas se percataron de las consecuencias del incendio ocurrido el martes, aunque quizá sí apreciaron que el templo ha reforzado la vigilancia en los accesos, aún mantiene en guardia a los bomberos y todavía conserva el olor a quemado.

Según informaron los responsables de la Sagrada Familia, los Mossos d'Esquadra presentarán en dos o tres semanas un nuevo protocolo de seguridad con el objetivo de evitar nuevos incidentes como el que supuestamente ocasionó el martes José María L. S. Barcelonés de 65 años, irrumpió hacia las 9 de la mañana en la sacristía y, tras robar algunos objetos de los párrocos, presuntamente provocó un incendio que quemó por completo la sacristía y dañó la cripta.

La zona donde se produjo el incendio es de libre acceso y es en ese punto donde los rectores del templo quieren reforzar la seguridad. El hombre, con antecedentes policiales por hurto y con problemas mentales, habría irrumpido en la Sagrada familia con la intención de robar algunos objetos. Testigos que presenciaron al presunto pirómano relataron que entró en la cripta muy alterado y gritando, señalando a los elementos ornamentales: «Todo esto es robado».