España paga la deuda cada vez más cara
El Tesoro colocó ayer 3.372 millones aunque hubo de hacer frente al mayor interés desde el pasado enero
MADRID. Actualizado: GuardarEl Tesoro superó ayer una nueva prueba. A costa de pagar bastante más a los compradores de sus títulos, las presiones cedieron, tanto en los mercados de deuda como en las Bolsas de valores. Las difíciles circunstancias que atraviesan otros países periféricos -posible reestructuración de la deuda griega, dificultades del rescate de Portugal- encarecieron la financiación, pero los inversores siguen encontrando atractivo comprar títulos españoles, siempre que se les prometa una alta remuneración. Por eso, una oferta total de 2.500 a 3.500 millones de euros captó una demanda de 7.200 millones, y se saldó con una colocación de 3.372 millones de euros.
El parqué reaccionó bien a estas cifras, que interpretó como favorables. La bolsa española cerró con un avance del 1,53% que situó el Ibex 35 en 10.535,4 puntos. Hubo ganancias para las energéticas -Repsol, Endesa-, para los bancos y para Telefónica. Pero la bolsa española quedó algo por debajo de sus colegas europeas: el índice Dax de Fráncfort terminó con una subida de 2,98%. En Londres, el índice Footsie-100 cerró con una ganancia de 2,13% y el índice CAC-40 de París registró un avance del 2,46%.
Lo cierto es que para colocar 2.487 millones de euros en obligaciones a diez años tuvo que pagar el Tesoro Público español un marginal -precio de corte- del 5,483%, el tipo de interés más elevado abonado en una puja oficial desde el pasado enero. La subasta se cerró además con la adjudicación de 885,26 millones de euros al plazo de trece años, y en este caso la rentabilidad máxima fue del 5,695%. Por su parte el diferencial con el bono alemán a diez años se relajó hasta el entorno de los 215 puntos básicos.
Portugal también consiguió una demanda sostenida -entre dos y cuatro veces la oferta- aunque con un fuerte encarecimiento de las rentabilidades. El Tesoro luso se dirigía al mercado por primera vez tras la petición de rescate a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, y logró captar 1.000 millones de euros en bonos de corto plazo. El Estado portugués colocó 320 millones de euros a seis meses, a un tipo de interés medio de 5,529%, un 8% superior al 5,117% de la emisión similar realizada el 6 de abril. Los inversores exigieron para los 680 millones de euros a tres meses una retribución del 4,046%, un 19% por encima del 3,403% que recibieron el 15 de diciembre. Pese a la fuerte demanda, las presiones no cedieron: en el mercado secundario, el bono a diez años trepó el 9,25% y el de cinco años superó el 11%, máximo histórico desde la entrada en el euro.