Cuba da luz verde a la compraventa de vivienda para impulsar la economía
LA HABANA. Actualizado: GuardarUna de las cinco comisiones que trabajan en el temario del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), conforme a lo anticipado el sábado por el presidente Raúl Castro, aprobó ayer la compraventa de viviendas en la isla caribeña. Falta que la medida sea ratificada por el plenario y que el Gobierno sancione las leyes que permitan su puesta en marcha, según informó el noticiario de televisión.
Su aplicación deberá ser un mero trámite, pues el general Castro ya adelantó durante su informe a los delegados comunistas que «se encuentran en fase avanzada las normativas jurídicas asociadas a la compraventa de viviendas y de automóviles». Además, pidió que no suceda como en congresos anteriores, cuando los acuerdos aprobados quedaban «casi todos olvidados sin haberse cumplido». «Se me cae la cara de vergüenza tener que confesarlo públicamente en este congreso», lamentó. «¡Ay, qué alegría me da!», comentaba alborozada una joven enfermera que vive 'agregada' en el pequeño piso de su suegra, mientras construye el suyo en las afueras de La Habana. Cómo ella, parte de los 11,2 millones de cubanos padecen el grave problema de la falta de habitaciones. Para acoger a hijos, padres, yernos o nietos, se cierran balcones, se crean 'barbacoas', altillos incómodos para quienes midan más de 1,70 metros.
El lineamiento 278 de los 311 que se debaten en el primer Congreso del PCC desde hace catorce años pedía «aplicar fórmulas flexibles para la permuta (canje), compra, venta y arriendo de viviendas, para facilitar la solución de las demandas habitacionales de la población». Sin precisar aún la letra pequeña, se espera la legalización del pago en efectivo por la adquisición de una casa, hasta ahora prohibido por ley pero que era una práctica habitual 'bajo manga'.
Esta situación ha favorecido la corrupción durante todos estos años. Numerosos directores y empleados del Ministerio de Vivienda han sido sancionados, incluso con condenas de cárcel, por caer en la tentación de aceptar dinero para arreglar papeles y vender casas por 'la izquierda'. Por otra parte, mantener la prohibición sería una discriminación puesto que los extranjeros podrán adquirir, por un periodo de 99 años, viviendas en urbanizaciones de lujo.
Cifras oficiales estiman un déficit de 600.000 casas en Cuba pese a que en los dos últimos años ha aumentado la construcción «por esfuerzo propio»: cada persona se convierte en arquitecto y albañil con la autorización del Departamento de Vivienda del Gobierno de la isla. Se observan edificaciones esperpénticas: azoteas con extraños cerramientos, escaleras asesinas -desniveladas y empinadas- o con una farola en medio de un balcón.
Pero esta fórmula solo ha representado el «cumplimiento del 58,8% del plan anual establecido para el sector vivienda, mientras que el estatal no llegó siquiera a la meta fijada y cayó un 7,5% sobre lo previsto», según recogía el diario 'Juventud Rebelde'.