El Melilla se aprovecha de las bajas y la apatía del filial

El Sevilla Atlético no tuvo opciones ante la UD Melilla, el mejor equipo que ha pasado esta campaña por la José Ramón Cisneros Palacios. Partidazo, con Guille Roldán como principal estandarte de un conjunto que sueña con argumentos acabar la liga regular entre los cuatro primeros de la tabla clasificatoria y poder luchar por el ascenso. Un equipo que pasó por encima de un elenco que nunca pudo con el excelente planteamiento de los moradores del Álvarez Claros. Que no dejaba su 'score' a cero desde el lejano 9 de octubre. Pronto se le ponía el partido de cara al Melilla con un tanto de Herreros a los nueve minutos. En la segunda mitad tuvo su momento Guille Roldán para hacer el segundo y solo siete más tarde la sentencia definitiva, el tercero, obra de Amarito. Aún tuvo tiempo el conjunto norteafricano de marcar un gol más, anotado por Chota a dos de la conclusión.

Se había puesto el choque muy propicio para que el Melilla volviera a casa con los tres puntos en juego. Verse las caras con un equipo sin Luis Alberto y Rodri, con un público enfadado con el primer equipo blanco y dándole igual lo que sucediera en la carretera de Utrera... Así se las ponían a Fernando VII. Tocaba, sin duda, que los de Andrés Tébar no desperdiciaran tan inmejorable oportunidad en su visita a la península.

Con el viento a favor, el cuadro melillense era dueño y señor de la situación. Pasando por encima del peor Sevilla Atlético como local del ejercicio. Al descanso se llegaba con el 0-1. Resultado corto, visto lo visto. El único contratiempo para el Melilla, la lesión de Az.

En el segundo acto, llegó el intento del filial para buscar la igualada. Adelantando líneas y asumiendo los típicos riesgos de un conjunto abajo en el marcador. Y entonces el Melilla se pegó el festín.