Afganistán y Pakistán hablan de paz
Reunirán por primera vez a su espionaje y a sus ejércitos para superar las diferencias entre ambos países
KABUL. Actualizado: GuardarLos gobiernos de Afganistán y Pakistán han decidido dar un impulso al proceso de paz afgano con la inclusión al más alto nivel de los ejércitos y servicios secretos de ambos países en un asamblea conjunta. La decisión fue tomada ayer por ambas partes durante una visita de un día a Kabul de una amplia delegación paquistaní encabezada por el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, y compuesta además por el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, y de la principal agencia de los servicios secretos (ISI), Ahmed Shuja Pasha.
«Pakistán apoya plenamente el proceso de paz y reconciliación dirigido por Afganistán», declaró Guilani en una rueda de prensa en el Palacio presidencial junto al jefe de Estado afgano, Hamid Karzai, al término de las conversaciones. «Depende de la nación afgana determinar los parámetros del proceso de reconciliación y de paz», subrayó el mandatario paquistaní, quien con el de ayer ya ha realizado dos viajes a Kabul en apenas cuatro meses. La plataforma afgano-paquistaní tendrá dos mesas de diálogo: una al más alto nivel, dirigida por los jefes de gobierno y ministros de Exteriores; y otra que incluirá a oficiales de menor rango.
En su comparecencia, los líderes no precisaron las fechas y lugares de los próximos encuentros, aunque sí se esforzaron en aplaudir una cooperación que los analistas consideran imprescindible a la vez que difícil. «Un sentimiento de destino compartido nos indica que tenemos que unirnos no solo para superar los asuntos inmediatos sino para forjar y avanzar hacia un futuro pacífico y próspero», dijo Guilani. «Tenemos que poner lo máximo de nuestra parte para intentar un proceso de paz entre los dos países», deseó Karzai.
Los gobiernos de Afganistán y Pakistán parecen haberse acercado en los últimos tiempos, aunque permanece una antigua desconfianza mutua, centrada en el supuesto apoyo de los servicios secretos paquistaníes a grupos islamistas en Afganistán, algunos de los cuales tienen base en territorio paquistaní.
A los dos países les une actualmente -aunque por motivos distintos- un cierto distanciamiento respecto a EE UU, que ve cómo los plazos de su estrategia para la resolución de la guerra afgana se consumen sin que la situación mejore notablemente sobre el terreno. El proyecto de crear una asamblea afgano-paquistaní fue acordado durante una visita a Islamabad el pasado enero del consejo de paz que Karzai creó en septiembre de 2010 y que está encargado de facilitar las negociaciones con la insurgencia.
En declaraciones a Efe, el analista militar paquistaní Talat Masud observó que la participación de las cúpulas militares «muestra que hay una colaboración muy estrecha entre los dos países». «Saben que las tropas de la OTAN abandonarán la región y hay una necesidad de desarrollar más confianza» para abordar el diálogo con los talibanes, mantuvo Masud. «Ayudará a reducir la presión estadounidense. Juntos podrán adoptar una visión independiente», agregó la fuente, quien calificó la cooperación entre los servicios secretos y ejércitos de «indispensable».