Ferrari no espera más
El coche de Alonso lucirá un nuevo morro después de un viaje contrarreloj de los jefes del equipo a Italia
Actualizado: GuardarObligado a la reacción e inmerso en un proceso de estrés total. La pujanza de Red Bull ha desplazado a Ferrari hacia esa coyuntura. Con solo dos carreras en la mochila y 30 puntos de desventaja, la escudería italiana ha acelerado todos los plazos y anuncia avances técnicos inminentes para el Gran Premio de China de este fin de semana. Un nuevo alerón delantero, presunta pieza aerodinámica de diseño contrarreloj que pretende el propósito último y común a todos los coches de la parrilla: pegar el Ferrari al suelo.
Las prisas se han convertido en urgencias a la voz de ya. En la guarida del 'cavallino rampante' se temía un proceso involutivo, similar al que ya aconteció el curso pasado. Cuando Ferrari reaccionó con evoluciones en su monoplaza, Red Bull estaba a más de un segundo por vuelta y ya se habían tachado siete grandes premios del calendario. En 2011, Ferrari no espera más.
No esperó el presidente Luca di Montezemolo, que cogió el teléfono para hablar directamente con Alonso tras la carrera del pasado domingo en Sepang y que el martes se reunió con Domenicali y los ejecutivos sénior. «Estoy seguro de que sabemos cómo reaccionar para volver a ser competitivos», aseguró Montezemolo, especialmente atento con Massa: «Me gusta cómo está conduciendo, con bravura y agresividad».
Según ha trascendido de la conversación entre Alonso y Montezemolo, el problema del Ferrari son los neumáticos Pirelli. No consiguen calentarse a tiempo antes de desgastarse y eso merma el rendimiento del coche.
Siempre con los pies en la tierra, lejos de extraños cálculos o venta de humo, Fernando Alonso se coloca en su lugar. «No creo que haya ningún milagro en China», dijo ayer en el 'paddock' del circuito de Shanghai, en la bucólica imagen al estilo Venecia de casetas entre el riachuelo que circunda la pista.
No cree en los milagros por varios motivos. Y el principal consiste en que los coches de Fórmula 1 no vuelan por una pieza de más o de menos, sino por un desarrollo en el diseño. «No hay secretos en la Fórmula 1 actual».