ESPAÑA

Zapatero desprecia los recelos de la vieja guardia del PSOE a las primarias

La dirección socialista recuerda a González que las elecciones internas para elegir el candidato están en los estatutos del partido

SINGAPUR/ MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero ya sabía que Felipe González no vería con buenos ojos su decisión de abrir un proceso de primarias para elegir al próximo candidato del PSOE a las elecciones generales, pero no le importó. El presidente del Gobierno, de gira por Asia para recabar apoyo financiero a España, desestimó los recelos planteados por el exjefe del Ejecutivo, pero también por varios dirigentes actuales y pasados de su partido y, con una sonrisa irónica, sentenció que si ahora discrepan de la fórmula elegida, «ya les gustará».

Entre quienes hubieran preferido que Zapatero no abriera un proceso de primarias diferido, es decir, anunciado el 2 de abril, pero pendiente de arrancar hasta después de junio, se sitúan pesos pesados como el vicesecretario general, José Blanco, y el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos deseaban que, una vez abierto el melón, la cuestión se dirimiera cuanto antes para evitar más debate y tensión. González, sin embargo, fue este martes más allá, y afirmó que el Comité Federal debería haber asumido su responsabilidad en aras de la estabilidad interna.

El jefe del Ejecutivo dio a entender, en una breve conversación con los periodistas que cubren su periplo asiático, que el expresidente del Gobierno ya le había trasladado en privado su parecer antes del 2 de abril, pero aún así prefirió no ceder a sus planteamientos. Este gesto se interpretó en algunos círculos socialistas como la prueba de que Zapatero quería abrir una puerta a la ministra de Defensa, Carme Chacón, a aspirar al puesto vacante.

En todo caso, eludió entrar a fondo en la cuestión y se limitó a defender que su plan, de momento, da resultado y que los socialistas «están dando pruebas de plena madurez». «Desde el Comité Federal el conjunto del partido está a lo que tiene que estar: las reformas emprendidas por el Gobierno y las elecciones autonómicas del 22 de mayo», concluyó.

Más legítimo

El principal responsable de la disciplina socialista, el secretario de Organización también respondió a González que las primarias es una fórmula más legítima que «la digital». Marcelino Iglesias precisó que la opinión del expresidente del Gobierno «siempre tiene sentido común y es muy respetable», pero Zapatero se inclinó por las elecciones internas para elegir el candidato porque será «mucho más legítimo con un origen democrático» que con una decisión tomada desde arriba.

También el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, salió en defensa del procedimiento puesto en marcha porque así son «las reglas» del PSOE. Las primarias, añadió en TVE, pueden parecer «mejor o peor, pero están en los estatutos» del partido. «González puede decir lo que quiera», agregó Jáuregui, que insistió en que el candidato a la Presidencia del Gobierno de los socialistas «guste más o menos» se elige con «el voto directo» de los afiliados.

El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, recordó que «la rápida» sucesión de Felipe González en 1997 por Joaquín Almunia «no tuvo unos resultados precisamente buenos» ya el PP ganó las siguientes elecciones generales por mayoría absoluta en 2000 y el secretario general del PSOE dimitió. Con este antecedente, consideró que el calendario propuesto por Zapatero es «adecuado, oportuno e inteligente». Gómez defendió que «lo mejor» es las primarias, un sistema que en su caso le permitió alzarse con la candidatura a la Comunidad de Madrid tras derrotar a Trinidad Jiménez.

Felipe González solo encontró apoyo a su tesis de que debía haber sido el Comité Federal el que «abriera y cerrara el melón» del candidato en su viejo compañero de fatigas hasta 1991, Alfonso Guerra. El exvicepresidente del Gobierno señaló que él era «coherente» y rechazó la fórmula de las primarias para elegir el relevo de Zapatero. Recordó que se opuso cuando se implantó ese modelo en 1998 porque era «una copia americana» y lo volvía a hacer ahora.