
Griñán y Pizarro rehúyen el saludo
El presidente y el consejero dimitido se cruzan varias veces en el Parlamento sin ni siquiera mirarseLa expectación en la Cámara pasa de los ERE al enfrentamiento entre el exdirigente socialista y el jefe del Ejecutivo andaluz
SEVILLA. Actualizado: GuardarNi se miraron. Luis Pizarro y José Antonio Griñán evitaron saludarse al encontrarse por primera vez en el Parlamento andaluz tras la dimisión del primero como consejero de Gobernación y Justicia por diferencias con el segundo hace diez días. Ninguno hizo el menor gesto para acercarse al otro o saludarse en la distancia pese a la expectación que había por ello. Una actitud que confirma la enemistad de ambos pese al cierre de filas del PSOE para dar por concluida la crisis interna con el plante del que fuera mano derecha de Chaves a su sucesor y aparentar normalidad.
Por primera vez desde hace dos meses, la expectación en la Cámara no rondaba en torno a los ERE (expedientes de regulación de empleo) y sus intrusos. Todos los focos apuntaban a Luis Pizarro, que ya estaba sentado en su nuevo escaño cuando Griñán entró, pasó por su lado y se dirigió a su sitio sin volver la cabeza hacia su ex consejero. Tampoco este lo hizo. Ambos tuvieron otra oportunidad al cruzarse de nuevo en la cafetería de la Cámara y de nuevo rehuyeron el saludo. Griñán entró en el local con Rosa Torres y Luciano Alonso, mientras Pizarro estaba sentado junto a una mesa charlando con José Antonio Viera y Martín Soler. Ni a la entrada ni a la salida las miradas de ambos políticos se cruzaron.
El ambiente ayer era de incomodidad en la bancada socialista, a la que Luis Pizarro se incorporaba como diputado raso tras 15 años siendo primero dirigente del PSOE y después consejero. Una situación que recordaba a la de José Caballos cuando en 2004 fue destituido como portavoz parlamentario por Chaves en un enfrentamiento político parecido.
Lejos de Griñán
Como entonces Caballos, Luis Pizarro, que confesó sentirse muy tranquilo, se sentó en un escaño alejado de los lugares 'nobles' en los que ha permanecido más de una década, es decir, de los de los consejeros y la cúpula de la ejecutiva socialista cercanos al presidente. De la primera a la última fila, Pizarro ocupó el escaño 58 junto a Francisco Vallejo y cerca de Martín Soler, otro dos ex consejeros también distanciados de Griñán.
Pizarro, que es diputado desde 1986 y también ha sido senador por Andalucía, será nombrado la próxima semana presidente de la Comisión de Medio Ambiente. Como es tradicional con otros consejeros que son relevados, el grupo socialista le ha encomendado la presidencia de una comisión parlamentaria.
La atención por el encuentro de los dos políticos socialistas robó protagonismo al contenido de la sesión plenaria y la foto al grupo de Izquierda Unida, varios de cuyos diputados vistieron una camiseta negra recordando que hoy se cumplen 80 años del comienzo de la II República. IU presentó una proposición para que Andalucía tenga una ley autonómica de memoria histórica y fue rechazada por PSOE y PP. Estos dos partidos también votaron juntos la reforma de la ley de Cámara de Cuentas por la que se sustituye el cargo de consejero mayor por el de presidente y se crea una vicepresidencia.
Acabadas estas votaciones, Griñán y Pizarro desaparecieron del hemiciclo. Lo mismo que Javier Arenas. Ninguno asistió a los debates sobre turismo, vivienda y financiación de los ayuntamientos.