EE UU impide a la ONU entrevistarse con el acusado de filtrar a Wikileaks
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarJulian Assange puede tener a la justicia pisándole los talones, pero el soldado Bradley Manning se pudre desde hace casi un año en una celda sin ventanas de Quantico, la base militar de los marines en el Estado de Virginia. Dicen que el presunto informador de Wikileaks apenas ve la luz del día, que vive en aislamiento, que se le obliga a dormir desnudo y a pasar revista en esas condiciones. Tal vez sea mentira, como dice el Pentágono, pero no hay manera de saberlo. Estados Unidos ha vuelto a rechazar la petición del relator de la ONU para la Tortura que quiere entrevistarle a solas y sin supervisión.
Juan Méndez dijo a 'The Guardian' que se siente «profundamente decepcionado y frustrado por las evasivas del Gobierno estadounidense», que considera propias de regímenes dictatoriales. «Estoy respondiendo a acusaciones de que se le da un trato inhumano, degradante o incluso de tortura. Hasta que no tenga delante todas las pruebas no puedo decir si se le trata inhumamente o no», declaró.
El Pentágono no accede a que Méndez lleve a cabo la visita oficial en calidad de relator de la ONU, sino solo de forma «privada», un encuentro que sería supervisado por los guardias de la prisión. Y eso ya sería más de lo que ha conseguido el congresista demócrata Dennis Kucinnich, del Comite de Supervisión de la Cámara de Representantes, dice que cada ministerio le remite a otro, sin que nadie le ofrezca respuestas.
Riesgo de suicidio
Semejante muro no contribuye a disipar las denuncias de organizaciones como Amnistía Internacional, según la cual el joven de 23 años ni siquiera tiene sábanas o almohada en su celda.
Sus condiciones se habrían visto agravadas después de que le fuera aplicada la categoría 'en riesgo de suicidio', utilizado como excusa para quitarle las gafas y obligarle a dormir casi desnudo, hasta que sus abogados consiguieron cambiar esa situación. Manning aguarda un juicio para el que periódicamente se eleva la gravedad de los cargos, lo que podría derivar en una petición de 52 años de prisión e incluso acarrearle pena de muerte si el fiscal lo solicita. Según el Pentágono, con la excusa de grabar música de Lady Gaga, el soldado destacado entonces en Irak descargó millones de documentos que Wikileaks ha difundido luego a través de la prensa mundial. Pero el joven hasta ahora no ha sido condenado por ningún delito.