![](/cadiz/prensa/noticias/201104/13/fotos/5783941.jpg)
ETA escondía en un caserío de Guipúzcoa explosivo para fabricar 20 coches-bomba
La Guardia Civil detiene a dos hermanos que desde hace una década formaban un misterioso comando 'legal' del aparato logístico
MADRID. Actualizado: GuardarUn bucólico caserío transformado en una quesería con denominación de origen Idiazabal en el valle del Goierri, en el corazón de la Guipúzcoa profunda. Ese era el lugar donde ETA escondía el segundo mayor de los arsenales jamás descubierto en suelo español en el medio siglo de historia de la organización terrorista.
La Guardia Civil se incautó ayer en la casa rural de Legorreta de los hermanos Esnaola Dorronsoro, dos populares deportistas vascos, de 850 kilos de nitrato amónico -el material básico para fabricar amonal o amosal-, cien litros de combustible para reforzar bombas, 13,5 kilos de pentrita, además de tres detonadores caseros, material para fabricar bombas, documentos de ETA, entre ellos boletines internos de la banda, y abundantes archivos informáticos.
El del caserío Olalde se trata del mayor depósito de explosivos incautados a ETA desde el hallazgo en febrero de 2010 en Portugal de cerca de 1.500 kilos de material para confeccionar artefactos.
En territorio español, solo la 'caravana de la muerte' interceptada en diciembre de 1999 en Zaragoza cuando se dirigía a Madrid con 950 kilos supera el récord de Legorreta. Con el arsenal recuperado en la quesería, explicaron mandos de la lucha antiterrorista, se podrían haber fabricado cerca de una veintena de coches-bomba de gran potencia.
Al margen del hallazgo del voluminoso depósito, las detenciones pusieron punto y final a casi una década de investigaciones a la caza del que probablemente sea el más activo y «misterioso» comando de ETA especializado en el almacenaje, traslado y distribución de arsenales entre células terroristas. Más allá del trabajo como correos entre los 'taldes', las fuerzas de seguridad no descartan que los arrestados puedan, además, estar relacionados con algunos atentados de la última década cuya autoría aún no está aclarada.
El Ministerio del Interior sostiene que los dos hermanos arrestados la madrugada de este martes, José Aitor, de 40 años, e Igor, de 36, compaginaban su trabajo como ganaderos y pequeños empresarios con el de terroristas a tiempo parcial como miembros de un comando denominado 'Erreka' ('Corriente') «operativo desde hace varios años», pero cuya identificación había sido imposible hasta ahora.
La Guardia Civil supo de su existencia tras la caída en septiembre de 2002 del entonces jefe militar de la banda, Juan Antonio Olarra. En su agenda tenía anotada una cita con el comando 'Erreka' para diciembre de aquel año.
El nombre del comando volvió a aparecer ese diciembre entre los papeles incautados al sustituto Olarra, Ibon Fernández Iradi, 'Susper', pero de nuevo no hubo forma de saber quiénes eran sus componentes.
Desaparecido
El 'Erreka' desapareció de la faz de la tierra hasta que en el verano de 2007 la captura de uno de los lugartenientes de 'Txeroki', José Antonio Aranibar, desveló que el comando seguía en contacto con la cúpula y moviendo explosivos para los diferentes grupos. Nuevos apuntes sobre el 'Erreka' volvieron a surgir en la operación contra la 'estructura H-Alboka' de ETA hace ahora un año, en la que fueron detenidos varios abogados de presos de ETA acusados de transmitir en la cárceles las órdenes de la banda.
Mandos de la lucha antiterrorista desvelaron además que el comando 'Erreka' tuvo durante un tiempo relación con Luis Ignacio Iruretagoyena, 'Suni', el etarra que la Audiencia Nacional reclama a Francia acusado de haber introducido en España los misiles con los que ETA planeó atentar contra el avión en el que José María Aznar se desplazaba al País Vasco para participar en la campaña electoral de 2001.
El nuevo golpe a los terroristas fue coordinado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. En la operación, desatada a partir de las 3.00 horas de la madrugada, Interior movilizó a cerca de 200 funcionarios entre especialistas de Información, de desactivación de explosivos y de los Grupos de Acción Rápida. Los agentes registraron un piso en el casco urbano de Legorreta, un garaje y, sobre todo y durante todo el día, el enorme caserío Olalde de 800 metros cuadrados sin contar el terreno, perteneciente a la familia Esnaola, donde José Aitor había montado una quesería y donde apareció el grueso del arsenal.
Además, los agentes se requisaron de dos vehículos, una Ford Tourneo y un Audi A-4, así como una escopeta de caza.