«Este linchamiento es propio de un país tercermundista»
Actualizado: GuardarLa segunda sesión del juicio comenzó ayer más temprano, a las 9.30 de la mañana, y terminó a las 13.30 horas. Quizá la hora y el fin de la expectación del primer día contribuyeron a que la presencia de medios de la prensa del corazón fuera menor y también el número de personas que esperaron a los acusados a las puertas de la Audiencia. Aún así, entre los 'curiosos' se repitieron algunas caras del día anterior y se repitieron las escenas de barullo, con insultos de «rateros, ladrones y sinvergüenzas» cuando María José Campanario, su madre y el principal acusado, Carlos Carretero, salieron del Palacio de Justicia. De nuevo, los agentes antidisturbios los escoltaron hasta sus coches, para evitar el acoso popular y el de los periodistas. Esta presión mediática derivó en una escena de gran tensión cuando el exinspector médico del SAS, Francisco Casto Pérez, y su abogado Felipe Meléndez (que había concedido unas palabras a los medios) trataron de deshacerse de una nube de cámaras y ciudadanas furiosas, cruzando la Cuesta de las Calesas entre coches en circulación. Por suerte, no hubo que lamentar heridos. El abogado repitió el 'canutazo' a los medios para calmar los ánimos y para criticar, precisamente, «el show» y el «linchamiento público» que se está llevando a cabo, más propio según él «de un país tercermundista». «Ahí había señoras a las que, a lo mejor, este señor [por Casto Pérez Lara], en su cargo de inspección le negó alguna pensión y ella se siente ofendida; no puede haber una condena social paralela y anticipada a la que puede haber judicial», añadió Felipe Meléndez.