Kenza Drider, una de las detenidas durante la protesta contra la nueva ley. :: G. FUENTES / REUTERS
Sociedad

Francia declara la guerra al 'burka'

Tres mujeres ataviadas con estas prendas fueron detenidas ayer en una protesta contra la nueva legislación Entra en vigor la primera ley europea que prohibe el uso del velo integral

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La cruzada laicista puesta en marcha por el Gobierno de Nicolas Sarkozy se ha cobrado sus primeras detenciones en Francia, el mismo día que entraba en vigor la polémica ley que prohibe el uso del velo integral en los espacios públicos de todo el territorio nacional.

Ayer, tres mujeres fueron arrestadas por llevar sus rostros cubiertos durante una manifestación convocada en la plaza de Notre Dame contra la aplicación de la norma. La Policía gala quiso explicar, sin embargo, que las detenciones se llevaron a cabo debido a que la protesta no había sido autorizada y no porque las tres mujeres fuesen ataviadas con un 'niqad', en dos de los casos, y un 'hiyab', en el tercero. En cualquier caso, la legislación recién estrenada establece multas de 150 euros y la obligación de asistir a un cursillo de ciudadanía para cualquier persona que vista este tipo de prendas. En el caso de que una mujer sea obligada por un hombre a llevar 'burka' las multas para este último podrán alcanzar los 30.000 euros e, incluso, suponer pena de prisión.

El objetivo de esta ley, que goza de u importante apoyo popular y fue aprobada con una amplia mayoría parlamentaria no es otro, según defendió Sarkozy a lo largo de su tramitación, que el de evitar que se atente contra «la dignidad de la mujer, porque la priva de identidad y la separa de la vida social». Una de las detenidas ayer, Kenza Drider, de 32 años y que usa el velo los 19, fue la encargada de replicar las palabras del presidente francés: «Esta ley es una afrenta a mis derechos europeos. Y lo único que hago es defenderlos: es decir defiendo mi libertad de ir y venir, mi libertad religiosa». El propio Consejo de Europa por medio de su comisario Thomas Hammarberg criticó la iniciativa de Sarkozy. «Las mujeres deberían ser libres para elegir cómo visten, sin interferencias de sus comunidades ni de las autoridades», dijo.

Críticas policiales

A pesar del apoyo social no son pocas las voces que se han manifestado en contra de una norma que viene a regular el uso de unas prendas que se calcula solo usan 1.900 mujeres en toda Francia y que se teme aumente la percepción negativa hacia la población musulmana, que asciende a cinco millones de personas en el país vecino. Además, colectivos de las fuerzas de seguridad han puesto de manifiesto los problemas que puede llevar a cabo su puesta en práctica ya que los agentes no podrán obligar a las mujeres a descubrirse, aunque sí que tendrán potestad para trasladarlas a comisaría con el fin de que sean identificadas, una opción que desde el Ministerio del Interior se ha solicitado sea el último recurso.

Desde el sindicato policial Alliance se reconoce públicamente que la aplicación de la prohibición del velo no será una «prioridad» para un cuerpo que tiene «misiones más importantes» que cumplir. Mientras, la organización France Police asegura que para gran parte de las fuerzas de seguridad la iniciativa es «completamente ridícula». El principal apoyo a la iniciativa del Gobierno ha venido de las asociaciones feministas. «Si aceptamos este símbolo que convierte al cuerpo femenino en una amenaza diabólica, se habrá terminado la igualdad de sexos», afirmó la filósofa y feminista francesa Elisabeth Badinter.

Sarzkozy ya avanzó la semana pasado que su lucha por hacer valer el principio de laicidad que rige la República francesa conllevará nuevas medidas. Todas ellas dirigidas al colectivo musulmán. Entre estas se encuentran el prohibir los rezos rece en la calle, eliminar de los menús escolares los platos especiales para minorías religiosas, impedir que se pueda rechazar a un médico por motivos sexuales o religiosos y vetar el uso del velo a las cuidadoras de guarderías y a las madres cuando vayan a buscar a sus hijos al colegio.