Mubarak vuelve a la escena pública para intentar limpiar su imagen

Hacía más de dos meses que se había escondido en su mansión de Sharm el-Sheij para desvanecerse de la escena pública. Pero Hosni Mubarak -su voz- reapareció ayer en televisión para intentar recomponer lo que queda de su deteriorada imagen en Egipto. El expresidente negó haberse enriquecido a costa de los egipcios y quiso defender su honor ante los que quieren difamarle a él y a su familia. «Hemos sufrido mucho», dijo el dictador.

Poco después de conocerse la grabación, el fiscal general de Egipto ordenaba que Mubarak y sus dos hijos sean interrogados por su presunta implicación en el ataque a los manifestantes durante la revolución del 25 de enero. También se les acusa de abuso de poder y de conseguir comisiones y beneficios económicos. Las autoridades ordenaron asimismo la detención preventiva del ex primer ministro Ahmed Nazif, debido a las pesquisas abiertas sobre su supuesta malversación de fondos públicos.

La emisión sonora, que fue retransmitida por la cadena Al-Arabiya, se grabó el sábado en la residencia de Sharm el- Sheij, donde Mubarak cumple arresto domiciliario. «He sufrido y aún sufro por lo que he tenido que soportar, tanto mi familia como yo mismo, de campañas injustas y alegaciones falsas que buscan dañar mi reputación y cuestionar mi integridad, posiciones e historial militar y político con el que he luchado por el bien de Egipto y sus hijos en la paz y en la guerra», afirmó el exmandatario.

La última intervención pública de Mubarak fue la noche antes de su partida, en un discurso a la nación en el que se negó a abandonar el poder, y que fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los manifestantes y los aliados internacionales del hasta entonces presidente.