![](/cadiz/prensa/noticias/201104/09/fotos/5744709.jpg)
Techos pintados de rosa para identificarse
Los rebeldes pintarán de este color sus vehículos para que la OTAN no los confunda con los leales a Gadafi
RABAT. Actualizado: GuardarLa confusión que reina en el frente libio en los últimos días y la descoordinación entre los milicianos rebeldes y las fuerzas de la OTAN podrían haber llegado a su fin con una solución -un parche, quizás- tan sencillo como necesario. Los sublevados anunciaron ayer que pintarán de rosa los techos de sus vehículos para que no vuelvan a ser confundidos con las tropas de Gadafi, como ha sucedido en los últimos días. En un intento de sofocar la tensión creciente entre los rebeldes y el mando aliado, la OTAN reconoció ayer haber sido la causante del bombardeo que acabó con la vida de cinco sublevados el jueves y se disculpó por ello.
Los rebeldes viajaban en tanques, alegó la Alianza Atlántica, un transporte hasta ahora solo utilizado por las tropas del régimen, lo que indujo al error. «Nuestra misión es proteger a los civiles y seguiremos atacando a fuerzas que potencialmente pueden dañarlos», dijo en Bruselas el contralmirante británico Russel Harding, subcomandante de las operaciones aliadas en Libia. El hecho de que el oficial no se disculpara por las muertes de los cinco rebeldes, que ayer fueron homenajeados en Bengasi, cayó mal entre los sublevados y obligó al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, a intervenir posteriormente y lamentar «profundamente» la muerte de los civiles.
Pero lo cierto es que la situación en el frente rebelde, que un día avanza y al siguiente retrocede, es caótica y se presta a equivocaciones, tanto de los aviones aliados como de los reporteros que cubren el conflicto, que pueden llegar a exponerse, casi sin darse cuenta, a las tropas de Gadafi, como sucedió el pasado martes al fotógrafo español Manu Brabo y a otros tres colegas que viajaban con él.
Ayer, el Gobierno de Trípoli reconoció que los informadores se encuentran en su poder y aseguró que serán liberados pronto. El reportero gráfico y sus compañeros se encuentran «bien», dijo a última hora de la tarde de ayer la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Su liberación podría producirse incluso en las «próximas horas», aseguró la jefa de la diplomacia española, quien no explicó, sin embargo, si el Gobierno se había puesto en contacto con Trípoli. Brabo, que fue capturado en el camino entre las ciudades de Brega y Ajdabiya, fue llevado ayer por carretera a la capital libia.
Fallos de comunicación
El Gobierno rebelde también reconoció ayer los fallos de comunicación entre sus tropas, formadas por un puñado de militares desertores y, sobre todo, jóvenes sin entrenamiento ni experiencia, y el mando aliado. El vicepresidente del Consejo Nacional Transitorio Libio, Abdelhafiz Ghoga, declaró ayer a Efe que a partir de ahora una sola persona centralizará la información en cada parte, para luego transmitirla a la otra.
La intervención de la OTAN, que ha conseguido imponer la zona de exclusión aérea en Libia solicitada por la ONU, ha frenado el avance de las tropas de Gadafi y ha dado confianza a los rebeldes, pero cada vez es más evidente que no es suficiente para acabar con el conflicto. El propio jefe de las operaciones militares estadounidenses en el norte de África, el general Carter Ham, reconoció ayer que la situación en Libia se encuentra estancada, y que la posibilidad de que los rebeldes consigan expulsar del poder a Muamar Gadafi es «baja».