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El debate sobre el aborto amenaza con 'cerrar' el Gobierno de EE UU

Los demócratas acusan a la ultraderecha republicana de esgrimir prejuicios ideológicos para impedir que haya un nuevo presupuesto

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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La ultraderecha de EE UU ha tomado al país como rehén y ayer amenazaba con 'cerrar' el Gobierno si el presidente y los legisladores no aceptaban sus demandas: eliminar los fondos públicos a las organizaciones que proporcionan planificación familiar, incluyendo el Fondo de Población de Naciones Unidas y la casi centenaria Planned Parenthood, que sirve sobre todo a mujeres de bajos ingresos.

La primera fila de rehenes eran los 800.000 empleados federales que tendrían que quedarse en casa sin cobrar si el Congreso no aprueba un presupuesto que permita seguir pagando su sueldo. «Nadie debería ser obligado a elegir entre quedarse sin trabajo el lunes o entregar los derechos de las mujeres», musitó horrorizada la senadora demócrata Patty Murray. Detrás estarían los cheques de los soldados y todo lo que se derive de cerrar los organismos federales, en los que solo quedaría una especie de servicios mínimos que cada departamento tiene que determinar. El gran 'apagón' acabaría tocando a todos los estadounidenses, siquiera por el retroceso económico que supondría. En cinco semanas el PIB retrocedería un punto porcentual.

«No me lo puedo creer», suspiraba exhausta la senadora Dianne Feinstein. «Es increíble que estemos hablando de cerrar el Gobierno por quitarle a las mujeres los servicios básicos de salud». El líder republicano, John Boehner, aseguraba que solo se trata de recortar el déficit, pero su contraparte demócrata tenía otra opinión. «Tenemos un acuerdo sobre recortes y ahorros, yo estaba en la Casa Blanca cuando lo acordamos», bramó Harry Reid en el Senado.

Reid ha insistido en que es la ideología lo que impide al Congreso cerrar los presupuestos que deberían haber entrado en vigor en octubre. En 3,5 billones de dólares, los 330 millones para más de 4.000 clínicas en todo el país, que atienden a 5 millones de mujeres, son calderilla, pero el Tea Party ha decidido que esta guerra solo se saldará si se sacrifican las organizaciones como Planned Parenthood. Cada año tres millones de mujeres pasan por las 865 clínicas de esta organización, que proporciona todo tipo de servicios de salud femenina y, sí, abortos, que suponen el 3% de su actividad y nunca se realizan con fondos federales.

Las mujeres más célebres del país salieron a defender a Planned Parenthood. Gwyneth Paltrow y Scarlett Johanson aparecieron en un vídeo de la organización para despertar conciencia. «Un cáncer sin detectar, una enfermedad sexual sin curar, una mujer que no puede conseguir anticonceptivos cuando necesita planificar su familia y tomar el control de su propio destino. Esa es la desatrosa visión de algunos líderes de la Cámara de Representantes», dice la musa de Woody Allen.