Editorial

Productividad contra el paro

El Gobierno reconoce que conviviremos largo tiempo con la situación actual

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Ayer, la vicepresidenta económica presentó la última actualización de las previsiones macroeconómicas, que continúan siendo más optimistas que las de la mayoría de las instituciones internacionales y, desde luego, que las del Banco de España, estas sí acreditadas por su propia trayectoria. Salgado mantiene la expectativa de crecimiento del 1,3% del PIB para este año (0,8% el Banco de España), aunque cambia sustancialmente su composición: la aportación de la demanda interna caerá cuatro décimas, las mismas que crecerá la del sector exterior. La previsión de los próximos años es sin embargo algo menos optimista: el Gobierno ha rebajado dos décimas la cifra de PIB prevista para 2012, hasta el 2,3%, y tres décimas la del 2013, hasta el 2,4%. Además, estima un incremento del PIB del 2,6% para 2014. Las expectativas del desempleo, por su parte, no solo siguen siendo desoladoras sino que empeoran: la última actualización del cuadro macroeconómico eleva cinco décimas la previsión de paro para este año, hasta el 19,8%, y un punto la del año 2012, hasta el 18,5%. En otras palabras, el Gobierno reconoce que tendremos que convivir largo tiempo con la insoportable situación actual, con un desempleo crónico superior a los cuatro millones de parados. Estas tasas de paro son coherentes con aquellos índices de crecimiento, que forman un siniestro círculo vicioso difícil de romper. si no logramos que crezca más rápidamente la productividad de nuestra economía. Sabemos que es posible reducir más deprisa el desempleo si conseguimos actuar sensiblemente al alza sobre la productividad mediante reformas estructurales. En esto consiste el afán actual del Ejecutivo, del que no discrepa en el fondo el principal partido de la oposición, que sin embargo cree, y es natural, que él será capaz de actuar mejor y más deprisa. En cualquier caso, al parado le importa poco quién lo redima de su postración, por lo que una vez más es preciso apelar al buen sentido de todas las fuerzas políticas y sociales para que, aunque cada actor desempeñe su papel y ocupe su lugar, se sumen fuerzas en el sentido de la dinamización y la competitividad de la economía..