
Gbagbo desprecia la mediación de Francia
El presidente de Costa de Marfil cambia de opinión y se enfrenta a la captura por soldados del presidente electo
Actualizado: GuardarLaurent Gbagbo se enfrenta a la captura por las tropas de las Fuerzas Republicanas, que iniciaron ayer el asalto de su residencia oficial en el barrio de Cocody de Abiyán. Los ataques en torno al complejo recurren a armas pesadas y cientos de soldados provistos de Kalachnikov y lanzagranadas. Según el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, el acuerdo para la salida, que se presenta como inminente desde hace dos días, se frustró «a causa de la intransigencia» del mandatario. Otras fuentes francesas alegaron que Gbagbo «no ha sido sincero» en su supuesta voluntad de pactar la salida. Y el ministro de Cooperación, Alain de Raincourt, reflejó anoche la impotencia de su país al pedir al presidente cercado que entienda «de una vez» que no ganó las presidenciales.
Los mediadores trasladaron a Gbargbo la exigencia del presidente que la comunidad internacional reconoce como ganador de las elecciones de noviembre, Alassane Ouattara, de renunciar al poder y reconocer su mandato, pero el todavía presidente se remitió, una vez más, a los resultados aprobados por la Comisión Electoral Independiente y tan solo se mostró conforme a propósito de un pacto para un alto el fuego. Ahoua Don Mello, representante del sitiado, señaló que no firmó los documentos presentados por la ONU y Francia porque «no tienen base legal», pero apuntó el deseo del Gobierno de decretar una tregua e iniciar conversaciones directas con el que Gbagbo considera solo líder de la oposición.
En cualquier caso, la negativa acabó con la conversación y motivó el posterior desencadenamiento del ataque masivo, la noche del martes. Los portavoces galos han señalado que no han participado en estos combates, aunque varios tanques de la 'operación Unicornio' permanecen en las inmediaciones de la residencia presidencial en Abiyán. Las tropas enviadas por el Elíseo han colaborado con los efectivos de la misión local de la ONU en ataques contra las bases gubernamentales, con el amparo que proporciona la resolución 1975 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para proteger a los civiles.
Llevarlo ante la Justicia
Alassane Outtara, el candidato electo, ha demandado que se respete la vida de su rival para que comparezca ante la Justicia. «Todas las discusiones posibles se han hecho. El martes él hablaba del alto el fuego, hemos buscado negociar, pero no ha habido resultados. No tenemos elección, nos obliga a capturarle», señaló Affousy Bamba, portavoz del futuro nuevo gobierno, y señaló que su enjuiciamiento es necesario porque «para poder iniciar la reconciliación deben ser juzgados los culpables y reconocidas las víctimas». El portavoz subrayó que algunas organizaciones humanitarias como Human Rights Watch acusan a Gbagbo de crímenes contra la humanidad. También apuntó la imputación de golpe de Estado, y que se estudiará su responsabilidad en las matanzas cometidas en los últimos cuatro meses, tras su rechazo a los resultados de las elecciones de noviembre.
A ese respecto, los investigadores de Naciones Unidas señalan la existencia de una nueva masacre en Bloléquin y apuntan el carácter tribal de las dos verificadas en la ciudad de Duékoué. Mientras en la primera, a mediados de marzo, los muertos pertenecían a la etnia dioula, favorable a Ouattara, la segunda afectó a la población guéré, afecta a Gbagbo. Los cadáveres pertenecen a hombres y mujeres, y se han denunciado casos de violencia sexual y tortura.
Desabastecimiento
Anoche, las agencias internacionales anunciaban la detención de la ofensiva para desalojar a Gbagbo, aunque no trascendió el motivo. La población de Abiyán habría aprovechado la circunstancia para intentar abastecerse de alimentos, medicinas y agua. Además del peligro generado por la presencia de milicianos incontrolados, la situación es muy difícil en esta megaurbe porque la mayoría de las farmacias y tiendas permanecen cerradas o han sido ya saqueadas. Los productos de primera necesidad cada vez son más escasos o han triplicado su precio.
El clima de inseguridad se agrava por la desinformación. Ante la falta de prensa local, los residentes recurren a los canales de televisión y a los medios extranjeros. Naciones Unidas estima que solo en los últimos días cuatrocientas personas han perdido la vida en la ciudad y ha informado de que el Consejo de Derechos Humanos ha creado una comisión internacional que investigará los abusos cometidos en el país.