A la espera de que la jueza permita mantener la gestión en Garvey
JEREZ. Actualizado: GuardarEl auto de la jueza de lo mercantil de Cádiz, Nuria Orellana, decretando el concurso voluntario de acreedores en las empresas del Grupo Garvey está al caer, y desde Nueva Rumasa confían en que en este caso se les permita mantener la gestión de unas bodegas que «están produciendo sin problemas y con la máxima actividad para atender los pedidos», según fuentes de la empresa.
Ante la tesitura de qué hará la jueza, el último caso en el que se ha declarado el concurso, el de Cacaolat, ha traído algo de esperanza a los Ruiz-Mateos, ya que frente a lo que había ocurrido con Carcesa, Dhul o Hibramer -donde se les apartó de la gestión-, en éste se les ha permitido mantenerla.
Además de la de Garvey, las otras peticiones de concurso de acreedores pendientes corresponden a Clesa -donde una jueza de Pontevedra ha derivado el caso a los juzgados de Madrid-, Quesería Menorquina Y en breve se presentará la solicitud para Trapa y Elgorriaga.