ESPAÑA

«Rotundamente, no»

Acusa al PP de tener «un juego hipócrita» en la lucha antiterrorista para dañar al Ejecutivo y anuncia que mirará «con lupa» las listas de Bildu Rubalcaba niega de forma categórica por primera vez en un año que ordenara el chivatazo

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Rotundamente, no». Así contestó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba a la pregunta de si como ministro del Interior ordenó el 4 de mayo de 2006 a miembros de la Policía avisar al presunto responsable del aparato de extorsión de ETA, el dueño del bar Faisán de Irún, que si acudía a una cita en Francia con otro etarra serían detenidos. Se trata de la negación más clara y directa sobre su posible responsabilidad e implicación en el llamado chivatazo a ETA que el vicepresidente primero del Ejecutivo ha dado desde que hace más de un año es interrogado por el PP casi cada semana en el Congreso.

Rubalcaba indicó que no se trata solo de su palabra contra las acusaciones del PP sino que su afirmación fue corroborada en las últimas semanas ante el juez instructor, Pablo Ruz, por todas las personas que ocupaban la máxima responsabilidad de la lucha antiterrorista en todos los cuerpos policiales españoles y franceses durante la tregua de 2006-2007. Todos aseguraron que la cúpula de Interior dio la orden de no parar, e incluso incrementar, las investigaciones y operaciones contra los terroristas en los 14 meses que duró la tregua de ETA y que, prueba de ello, es que todos los integrantes de la red delictiva con base en el bar Faisán acabaron encarcelados un mes después del chivatazo.

El vicepresidente insistió durante una entrevista en la Cadena Ser en que los ataques que recibe del PP por el 'caso Faisán', que en las últimas semanas se han visto incrementados por la credibilidad que el partido opositor ha dado a las actas levantadas por ETA de su conversaciones con el Ejecutivo, no tienen otro objetivo que «manchar», «emborronar» y «empañar» la «buena gestión» realizada por su ministerio en la lucha contra la banda. «No lo voy a permitir», advirtió.

Romper con la banda

Rubalcaba considera que Mariano Rajoy y su formación están inmersos en «un juego hipócrita» en el que insisten en su fidelidad al pacto antiterrorista y en que el Gobierno cuenta con todo su apoyo contra ETA, pero, al tiempo, le atacan con el Faisán y las actas de los terroristas, que son «bazofia». Cree que una de las pruebas del nueve de la existencia de esta estrategia es que el PP le ha preguntado más veces en el pleno del Congreso por el chivatazo que por el paro, que afecta a 4,5 millones de españoles.

La portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, rechazó ayer esta «mentira», ya que dijo que el PP ha preguntado 52 veces por el desempleo y que por el chivatazo solo lo ha hecho en 34 ocasiones, «aproximadamente».

El resumen del vicepresidente sonó a aviso: «Por mí va a seguir el pacto antiterrorista porque estamos en el principio del fin (de ETA) y tenemos que acabar juntos; por eso trago, trago y trago, pero no me chupo el dedo y sé lo que están intentando». Añadió, irónico, que si los populares decidiesen no respetar el pacto antiterrorista «no me dejarían ni entrar en el Congreso».

El vicepresidente insistió en que si Batasuna quiere estar en las elecciones con alguno de sus nombres «tiene que completar la ruptura con ETA» y demostrar «que no nos la juegan». Mientras tanto, dijo, las fuerzas de seguridad continuarán sus investigaciones para impedir que burlen la ley porque para estar en las urnas solo vale su ya famosa disyuntiva, «o bombas o votos», que, según comentó, «voy a seguir defendiendo a cara de perro».

Después de que el Supremo parase el intento de Sortu, Rubalcaba se comprometió «a mirar con lupa las listas de Bildu -la coalición electoral formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes de izquierda 'abertzale'-, para que no nos den gato por liebre». Señaló que el Gobierno no dudará en pedir la anulación de las candidaturas en los tribunales si alguna pretende cobijar a Batasuna, pero también recordó que «Bildu lo forman dos partidos legales y hay que respetarlos».

Uno de los promotores de Bildu, Maiorga Ramírez, de Eusko Alkartasuna, quien ayer registró la coalición electoral en Navarra, retó al ministro a «que mire todo lo que quiera, con la lupa que quiera» porque no va a encontrar nada ilegal.