Sociedad

«En todo lo que hacía reflejaba su vida, por eso su última pasión fue el cine»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No hay disciplina artística por la que no se sintiese atraído. Y tuvo la capacidad de llevarlas a cabo más o menos con la misma maestría. Lolo Pavón (San Fernando, 1962) cultivó la pintura, el dibujo, la escultura pero, además, sintió especial admiración por el mundo del cómic y descubrió, quizá tarde, que su pasión era el cine. Firmó 'Fango', una película de intriga con el tema de la especulación inmobiliaria en las salinas de San Fernando de fondo. Además, dejó sin terminar una segunda cinta, que está siendo montada por una productora gaditana. «En todo lo que hacía reflejaba su vida, llevaba una libreta en la que apuntaba lo que le sucedía o impresionaba», recuerda su viuda, Pilar Vera. De ahí que refiramos cómo la dedicación a la cinematografía le llegó tarde. «Siempre decía que era una pena haberlo descubierto tan tarde, porque entendió que era un muy buen vehículo para expresarse». Pavón lo hizo, lo de narrar al mundo su historia a base de pincel, carboncillo o frame, hasta que su salud se lo permitió. La plástica - se confesó muy seguidor de Picasso, Eduard Munch o Paul Klee, entre otros- fue casi igual de importante que la música. Tocaba la guitarra y fue amante incondicional de los Beatles, un admiración que reflejó en la obra 'El Faro de la Alegría'. Todos los que le conocieron destacan la vertiente humana de un gran artista que desarrolló un extenso currículo tanto fuera como en su tierra. Vital, alegre, amigo, entrañable. Sus familiares y compañeros, en especial su viuda, se encargarán de que al menos su excelente obra perdure. Se espera otro homenaje en Sevilla y se trabaja por realizar nuevas exposiciones.