Los dirigentes socialistas respetan la ley del silencio

La consigna de José Luis Rodríguez Zapatero de volcarse en las elecciones del 22 de mayo y no reabrir el debate de las primarias tuvo un seguimiento razonable. Ningún dirigente socialista entró en esa polémica y las únicas referencias fueron para decir que ahora no toca. El secretario de Organización del partido, Marcelino Iglesias, recordó que no hay candidatos para esas elecciones internas y eludió valorar la idea de un tándem entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, alternativa que se maneja en el PSOE porque evitaría el riesgo de fracturas que siempre llevan aparejadas las primarias.

La ministra de Defensa dio el paso de desactivar la incipiente plataforma de apoyo que tenía en Cataluña y envió un mensaje a través de una red social para dar las «gracias a todos» por el respaldo y anunciar que dejaba inactivas las cuentas y el blog en Internet de impulso a su candidatura.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, al que se supone alineado con la ministra, eludió mostrar sus preferencias y pidió no «ofuscarse con dos nombres», porque el PSOE «tiene un banquillo enorme».