Los vehículos de dos ruedas inundaron el aparcamiento del circuito, donde miles de personas disfrutaron de la prueba deportiva. :: JAVIER FERGO
motorada 2011

Y al final, Jerez vibró con las motos

La Policía frenó varios intentos de gymkhanas ilegales en la avenida Blas InfanteLa presencia de aficionados estalló ayer en las calles y en el entorno del circuito

Jerez Actualizado: Guardar
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Todos los años, el mismo debate: ¿Hay menos moteros que en otras ocasiones? Una cosa está clara al menos en Jerez: la Motorada se ha hecho esta vez de rogar, pues hasta la tarde de ayer no comenzaron a llegar en masa los aficionados a las dos ruedas desde todos los rincones del mapa. La mañana estuvo despejada el sábado tanto en la ciudad como en otros puntos de la provincia, mientras el circuito de velocidad y sus inmediaciones eran un auténtico hervidero de personas que acudían a disfrutar de la prueba deportiva. Eso sí, quienes fueron a la cita del Gran Premio destacaron la agilidad para acceder al trazado, gracias a las mejoras en las infraestructuras acometidas hace ya varias ediciones.

En el caso de la Motorada, la fiesta de las dos ruedas no estalló hasta bien entrada la tarde de ayer, ya que la crisis ha hecho que los moteros recorten sus días de estancia. Su desembarco se ha hecho de rogar, frente a aquellos años de bonanza en que la presencia era fuerte ya desde mediados de semana. Los puntos calientes de la Motorada fueron una vez más la avenida Álvaro Domecq, la avenida de Arcos y la zona de Lola Flores, donde un ruido ensordecedor fue impregnando el ambiente. El rugido de las motos se confundió de este modo con las bocinas y los gritos de los cientos de jerezanos que no quisieron perderse el espectáculo de la calle.

Distinto fue el panorama en otros lugares como la avenida de Europa, antaño paraíso de gymkhanas ilegales, que esta vez se blindó al tráfico motero. Donde sí se produjeron conatos de estas prácticas fue en la avenida de Blas Infante, según indicaron a este medio fuentes de la Subdelegación del Gobierno. La primera incidencia en este sentido tuvo lugar a las 22.15 horas del viernes, donde la intervención policial fue respondida con piedras y botellas contra los vehículos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Fueron identificados y denunciados tres individuos de Jerez, a la espera de evaluar los daños causados y determinar si han cometido algún delito. En cuanto a las posibles sanciones, pueden oscilar entre los 3.000 y los 6.000 euros.

Altercados

Ya en la tarde de ayer, a las 16.15 horas, se volvieron a producir incidentes por el mismo motivo en la citada avenida. Unas 200 personas se concentraron en la zona, donde se hizo una especie de caballito para que los moteros -vecinos de la zona, según la Policía- pudieran hacer el caballito. Tuvieron que intervenir varios vehículos de la reseñada UPR y de la UIP (Unidad de Intervención Policial) y el despliegue policial fue respondido de nuevo con botellas y piedras. Un individuo de 22 años, D.S.G., resultó detenido por este motivo.

La Policía Local confirmó además que hubo que cortar Blas Infante entre las 17 y las 19 horas por este motivo. Asimismo, de 18 a 19 horas la Policía Local blindó la circulación a las motos en la avenida de Europa, a la altura de El Motorista, para descongestionar el tráfico en la zona.

Otro de los incidentes destacables es el de un 'camello' que trató de vender droga a dos policías de paisano en uno de los bares de la avenida Álvaro Domecq. Una vez interceptado, se abalanzó con un cuchillo contra los agentes, por lo que fue detenido por un delito de amenazas graves y atentado contra la autoridad.

En cuanto al Plan Territorial de Emergencias en Cádiz activado con motivo de la celebración del Gran Premio , se contabilizaron ayer seis accidentes de tráfico en diversos puntos de la provincia con un total de nueve heridos de consideración generalmente leve, pues algunos de ellos incluso han recibido ya el alta tras ser atendidos. Asimismo, se atendió a 74 personas que no precisaban derivaciones a centros médicos, debido a heridas leves, abrasiones, quemaduras, picaduras, cefaleas, mareos, vértigos y dolores de garganta, entre otros.

El Puerto

La Motorada portuense vivió sus horas de gloria a partir de la caída de la tarde, cuando todos los moteros que desde por la mañana estaban en el circuito de Jerez presenciando los entrenamientos regresaron al centro neurálgico de la Bahía. Como reflejo, el 'parking' de Pozos Dulces, en el que no cabía ni una moto más. La ausencia de incidentes, salvo un leve choque con un vehículo en la plaza Isaac Peral, fue la tónica predominante de una Motorada que cada año se hace más corta y que hoy se despide hasta el año que viene.

Los controles policiales se mantuvieron durante toda la jornada en los puntos habituales: inmediaciones del centro comercial El Paseo, en la antigua Nacional IV, entorno del centro comercial Bahía Mar, en la avenida de Europa, y Valdelagrana. Y es que quizá fuera por la intimidación de la Policía, pero el hecho fue que solo algunos osaron a quemar rueda y hacer un tímido caballito en la calle Ibisco, cerca de El Paseo.