EL MUNDO SEGÚN ZAPATERO
A partir de ahora se enfrenta, despojado del aura del poder, a la verdad desnuda de la triste herencia que deja
Actualizado: GuardarA falta de la coherencia en muchas otras cosas, a Zapatero es preciso reconocérsela en su modo de ver la vida. A su lado, el volteriano doctor Pangloss era un pesimista empedernido. Desde que llegó, mientras ha estado, y ahora que se va, Zapatero siempre ha visto el lado soleado de la calle. Pero hay más: si da el sol en la calle es porque refleja el fulgor del propio Zapatero.
La despedida de ayer -precedida de un críptico testamento en la entrevista concedida a cinco periódicos europeos- es un compendio breve del mundo según Zapatero. Se va porque siempre pensó que «dos legislaturas eran suficientes». Lo anuncia ahora porque también tuvo igualmente claro que estas cosas hay que decirlas un año antes de las elecciones, ni cinco minutos antes ni cinco minutos después. Eso sí, se va, pero antes «agotará la legislatura» lo que es «una muy buena noticia económica» y además explicará «por qué hemos salido de la crisis».
Solo gente obtusa o mal pensada puede pensar que tenga algo que ver con su decisión el hecho de haberse convertido en el presidente peor valorado de la democracia, el ser visto por una clara mayoría de la población como el principal responsable de una pésima gestión de la crisis económica, y el estar sometido a una presión cada vez más intensa de sus compañeros para que tirara la toalla, considerando todos ellos que su indefinición -por no hablar de su posible continuidad- constituía un lastre insoportable para las oportunidades de los candidatos socialistas en las elecciones de mayo.
Pero Zapatero siempre ha sido así. Recordemos que gracias al mal llamado proceso de paz (que, como muchos sospechábamos, no se dio por roto sino hasta que ETA dio el portazo) ha sido, según Zapatero, «decisivo para acabar con el terrorismo de ETA». No olvidemos que en la crisis económica se han «adoptado en cada momento las medidas que la situación requería» o bien «hemos hecho lo mismo que el resto de los países». Y, de acierto en acierto, nos hemos plantado en los 4,7 millones de parados que, eso sí, empezarán a reducirse el mes, el trimestre o el año que viene.
Un viejo libro de Fernando Savater ('La infancia recuperada') al analizar la figura de Guillermo Brown, el capitán de los proscritos que creara Richmal Crompton, destacaba que Guillermo siempre mantenía «el punto de vista del héroe», esa actitud por encima de las nubes gracias a la cual es capaz de salir de cualquier situación desesperada. A Zapatero le ha funcionado hasta ahora, envuelto en una cierta imperturbabilidad de ánimo que le hacía ver la cara amable de cualquier infortunio. Pero hasta aquí hemos llegado. Hoy se ha quedado solo con su relato. Y a partir de ahora, se enfrenta, despojado del aura del poder, a la verdad desnuda de la triste herencia que deja. A su sucesor le va a tocar la tarea hercúlea de gestionar el veredicto popular de su naufragio.